56.-Panteón D. Juan Talavera de la Vega

 

Grupo Sta. Isabel, Fe y Stmo. Sacramento, 5ª línea,1

 

Nos encontramos ante una sepultura en tierra, cuya decoración está concebida con un pilar marmóreo sobre pedestal en el que aparecen una orla con apariencia de pergamino que se enrosca en sus extremos, y de la penden guirnaldas de flores. En su interior aparece la letra “T” atravesada por una flecha, como única muestra de la familia propietaria del panteón. Sobre esto aparece un reloj de arena alado, símbolo de la fugacidad de la vida. Rematando todo el conjunto aparece una cruz latina.

 

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Panteón Juan Talavera de la Vega

 

Según consta en la documentación que se custodia en el Archivo del Cementerio, su único concesionario fue D. Juan Talavera de la Vega al que el Ayuntamiento de Sevilla le otorgó el 25 de mayo de 1866, 12 varas cuadradas para la construcción de su panteón familiar.


D. Juan Talavera de la Vega, nace en Sevilla en 1832 y era miembro de una acomodada familia gaditana. Contraería matrimonio con Dña. Carmen Heredia y Yuste, natural de Écija, y con la que tuvo cuatro hijos, Dña. Felisa, Dña. Amparo, D. Manuel Jesús que murió bebé y D. Juan Talavera y Heredia figura que destacaremos a continuación.


D. Juan Talavera de la Vega fue un arquitecto que alcanzó un notable prestigio en la segunda mitad del siglo XIX. Catedrático de la Escuela de Bellas Artes y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, formó parte de la Comisión de Obras Públicas del Ayuntamiento de Sevilla de la que fue presidente entre 1877 y 1881. Trabajó a los servicios de los Duques de Montpensier, para los que realizó el proyecto de reforma y adaptación del actual Palacio de San Telmo, por entonces su residencia en la capital hispalense, donde se enmarca el conocido como Costurero de la Reina, realizado por él en el año 1893 en uno de los ángulos de los jardines del palacio. Otras de sus obras serían el cerramiento del cuerpo alto de la Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, de 1881, y varios proyectos de defensa contra las crecidas del río y para el abastecimiento de agua potable. Además trabajaría como arquitecto diocesano, y como tal intervino en los trabajos de consolidación de la Torre de la Colegiata de Osuna, hacia 1898. Fallecería en 1905 en la absoluta ruina.

 

Su hijo, D. Juan Talavera y Heredia nacería en Sevilla en 1880. Realizó sus estudios en el colegio de los Padres Escolapios, con los que mantuvo una estrecha relación durante toda su vida. En 1901, tras finalizar sus estudios, marchará a Madrid para estudiar Arquitectura, finalizándolos en 1908. A su vuelta a Sevilla, entra como delineante en el estudio de D. Aníbal González, éste ya había cerrado su fase modernista y se había convertido a la arquitectura regionalista. En 1909 ingresa en la plantilla del Ayuntamiento como ayudante del arquitecto municipal. En 1913 asciende al cargo de Arquitecto Titular del Ayuntamiento, que compagina con su labor docente en la Escuela Superior de Artes e Industrias de Sevilla. Por problemas de salud hacia 1925 solicitará una excedencia y se trasladará a Puerto Real, donde realizará diversas obras a los largo de la provincia gaditana. Esta situación no se alargará en el tiempo por problemas económicos, y en 1932 regresará a su puesto en el Ayuntamiento, y gracias a la intervención del político D. Diego Martínez Barrio, accede al cargo de Arquitecto Titular, Director de los Servicios de Vías Públicas.


En 1910 contrae matrimonio con su prima Dña. Felisa Sánchez-Pizjuán Talavera, con quien tendría sus dos únicos hijos, Dña. María Dolores y D. Juan. A la muerte de ésta contraería matrimonio en segundas nupcias con Dña. Luisa Zunón Zamorano, de la que también enviudaría. Durante un tiempo tras la muerte de su segunda esposa se traslada a vivir a Madrid y a Jerez de la Frontera, hasta 1954 que regresa a Sevilla, ciudad donde morirá en 1960.


De entre su obra destacaremos el Edificio de Telefónica, situado en la Plaza Nueva de entre 1926 y 1928, la reurbanización del Barrio de Santa Cruz con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 y la fachada de la Parroquia de Santa Cruz en la Calle Mateos Gago entre 1926 y 1929, entre otras.


Las referencias documentales del Archivo del Cementerio nos hablan de que en dicho Panteón se encuentran inhumados los cadáveres de Dña. Dolores de la Vega, madre de D. Juan Talavera de la Vega y una hermana de ésta, D. Juan Talavera de la Vega y su hijo D. Juan Talavera y Heredia y otros familiares.