Cementerio de disidentes

 

Entrada por C/ Santísima Trinidad

 

Trazado por D. Juan Talavera de la Vega (1874) y D. Francisco Aurelio Álvarez Millán (1876), posee su planta una forma triangular. En un principio se construiría como edificación separada para la comunidad protestante y los suicidas, pero hoy está totalmente integrado con la necrópolis, por el derribo del muro que lo separaba del cementerio católico, permitiendo hoy su conexión visual y física. No obstante se conservan parte de los muros como testigo de las épocas pasadas, ya que el mismo fue derribado una primera vez en la II República y vuelto a levantar durante el franquismo. Así mismo se derribaron también los muros que lo separaban del cementerio judío, pero con la salvedad de que el espacio de la necrópolis judía se delimitó con una reja que permite su visión. La supresión de las barreras físicas permite la creación de un espacio diáfano donde cohabitan las diferentes culturas y religiones existentes en la necrópolis, a la vez que sirve de nexo de unión a la última ampliación efectuada en el Cementerio de San Fernando de Sevilla.

 

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Cementerio Disidente