El Ayuntamiento aprueba la nominación de nuevas calles en el Distrito Sur en homenaje al director de orquesta y compositor Gerónimo Giménez y a los sindicalistas Hermanos Arcas
Los Hermanos Arcas mantuvieron una intensa labor sindical de lucha por los derechos de los trabajadores, sufrieron la represión franquista y el exilio, y en el caso de Miguel, llegó a obtener la Cruz de Guerra con distinción de plata del Gobierno de Francia Gerónimo Giménez fue autor de más de un centenar de obras, sobre todo zarzuelas, que obtuvieron una gran popularidad a principios del siglo pasado
El Pleno del Ayuntamiento de Sevilla, a iniciativa de la delegación de Presidencia y Hacienda y en coordinación con el Distrito Sur que elevó la propuesta con el respaldo unánime de la Junta de Distrito, ha aprobado la nominación de dos vías de Tiro de Línea que recibirán los nombres de los sindicalistas Hermanos Arcas y del compositor y director de orquesta Gerónimo Giménez. La delegada del Área de Presidencia y Hacienda, Sonia Gaya, ha destacado que estas iniciativas proceden “del compromiso de las entidades por recuperar la historia de nuestra ciudad y de las personas que la escribieron desde la cultura y desde la lucha sindicalista. Felicitamos a los colectivos proponentes y manifestamos nuestro orgullo por el compromiso de la sociedad civil por divulgar nuestra memoria y hacerla llegar a todos nuestros barrios a través de la documentación y de la propuesta de nominación de vías, algo que entendemos como uno de los mayores privilegios que tiene este Pleno municipal”, según ha destacado.
La nueva nominación de la calle Hermanos Arcas se asigna a la actual vía sin nombre en la parte trasera de bloques de Almirante Topete del número 14 al 22 desde Collaut Valera hasta Escudero y Peroso. Esta propuesta procede del grupo de trabajo “Recuperando la memoria de la historia social de Andalucía” de CGT-A y se corresponde con Juan, Julián y Miguel, hermanos de una familia obrera que llegó a la ciudad ante la expectativa de trabajo derivada de la Exposición Iberoamericana de 1929. Su actividad fue relevante por el compromiso sindicalista que adquirieron para la mejora de las condiciones laborales en el sector de la construcción y la madera en sus respectivos gremios para todo el país, ya que según el trabajo de documentación que solicita la nominación, fueron impulsores de la jornada laboral de 6 horas en la construcción o su equivalente a las 36 horas semanales, la comunicación de despido con 8 días de antelación, el reconocimiento de la libre unión al equiparar esposa con compañera o el reconocimiento del cobro por alumbramiento.
Esta actividad sindicalista que se inició en la II República les llevó al combate durante el golpe de Estado y la Guerra Civil española, a la represión franquista y al exilio entre quienes se mantuvieron con vida. En el caso de Miguel, continuó su lucha contra el nazismo en Francia como responsable de un grupo de milicianos o maquis que participaron en la gesta de la batalla de Madeleine, en la que 32 republicanos españoles consiguieron impedir el paso de una columna de mil soldados fascistas hasta la llegada de refuerzos y su rendición, por lo que recibieron de la Cruz de Guerra con estrella de plata del Gobierno de Francia.
La nueva calle Gerónimo Giménez Bellido se ubica en la perpendicular desde Bueno Monreal hasta Almirante Topete y se corresponde con la figura del director de orquesta y compositor de más de un centenar de obras, la mayoría de ellas zarzuelas, que se han llevado a todos los escenarios del mundo, como ‘La boda de Luis Alonso’ y ‘La Tempranica’. Con dieciséis años debutó como director de orquesta con la ópera Saffo de Paccini. En 1869 fue nombrado director de la compañía de ópera y zarzuela del teatro Principal de Cádiz. A instancias del conde de Morphy, se trasladó a París, becado por el Ayuntamiento y la Diputación. Estudió en el Conservatorio de la capital francesa entre 1874 y 1877. Volvió a España en 1877 donde Ruperto Chapí le encargó el estreno absoluto de ‘El milagro de la Virgen’ (1884), En 1885 se estrena como compositor con ‘El vermouth de Nicomedes’ (1885). Después de varias obras, obtendría su primer éxito importante con Tannhäuser el estanquero, coincidiendo con el furor que levantaba en 1890, en el Teatro Real, el Tannhäuser de Wagner. A partir de este momento se le consideró como autor de éxito.
Hay que destacar el estreno, en el Teatro de la Zarzuela, de ‘El mundo comedia es’ o ‘El baile de Luis Alonso’ (1896), con libro de Javier de Burgos; ambos volverían a rubricar, a los pocos meses, ‘Las mujeres’ (1896) en el teatro Apolo. El entusiasmo se desbordó cuando, aprovechando el éxito de ‘El baile de Luis Alonso’, estrenó ‘La boda de Luis Alonso’ o ‘La noche del encierro’ (1897), una precuela de la anterior a la que superó en éxito. La febril actividad de Giménez se aprecia en un despliegue de estrenos sorprendente, aunque será con ¡La tempranica’, con libro de Julián Romea (1900) con la que obtendrá un enorme éxito que se mantendría en competencia con los cuplés y con el cine.
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