El Ayuntamiento de Sevilla reforzará los trabajos de recolección de la naranja amarga y les dará estabilidad con un nuevo contrato por dos años y 117.000 euros de inversión

Con él, se cubrirán aquellas zonas no amparadas actualmente por los contratos de conservación y mantenimiento del arbolado y zonas verdes de la cuidad, procedentes por ejemplo de nuevas urbanizaciones o de las plantaciones municipales ejecutadas, así como las tareas no realizadas con medios propios del Ayuntamiento en parques y jardines. “Nos permitirá también afrontar la próxima campaña, 2022-2023, mejorando aún más su programación y adelantando el inicio de la recolección, que ya de por sí llevamos adelantando cada vez más en los últimos años”, explica el delegado de Transición Ecológica y Deportes, David Guevara.

El Ayuntamiento de Sevilla, a través del Servicio de Parques y Jardines, reforzará los trabajos de recogida de la naranja amarga del viario a través de la contratación de un servicio específico con una inversión pública presupuestada en 116.678 para esta y la siguiente campaña de recolección. Con él, se cubrirán aquellas zonas no amparadas actualmente por los contratos de conservación y mantenimiento del arbolado y las zonas verdes de la cuidad, procedentes por ejemplo de nuevas urbanizaciones o de plantaciones municipales realizadas, así como de los parques y jardines históricos cuyas tareas de recolección no se ejecutan con medios propios y determinados edificios del Ayuntamiento, entre ellos los centros cívicos. En conjunto, alcanzan las 6.649 unidades de naranjos amargos. 

Este contrato está ya licitado y se agregará a las labores que despliegan las distintas empresas adjudicatarias del mantenimiento y conservación del arbolado y las zonas verdes de la ciudad, al personal propio de Parques y Jardines y a la colaboración de la empresa pública de limpieza Lipasam.  “Además, el hecho de que esta licitación sea para dos años, nos permitirá no sólo reforzar los trabajos actuales de recogida de la naranja, sino también afrontar la próxima campaña, 2022-23, mejorando aún más su programación y adelantando el inicio de la recolección, que ya de por sí llevamos  adelantando cada vez más en los últimos años”, ha explicado el delegado de Transición Ecológica y Deportes, David Guevara.

Los pliegos establecen que la naranja amarga recogida deberá ser retirada a un vertedero autorizado y se procederá a su eliminación o transformación de forma ecológica u orgánica. La recolección se ejecutará con el máximo respeto hacia los árboles, de forma que no estará permitido varear las copas ni utilizar otros medios que puedan producir daños. Antes de comenzar los trabajos, la empresa adjudicataria deberá realizar con una antelación mínima de tres días la señalización de la calle con carteles con el fin de evitar el aparcamiento y así solicitar la colaboración vecinal. Una vez retirado el fruto del acerado, deberá proceder a su limpieza.

La actual campaña de recolección, 2021-22, se inició a primeros de diciembre pasado y se generalizó desde el 13 de ese mismo mes. El número de naranjos en el viario público y los parques y jardines cuya recogida compete al Servicio Municipal de Parques y Jardines se acerca a las 48.000 unidades –esta cantidad no incluye ni los jardines privados ni parques o entornos cuyo mantenimiento corresponde a otras administraciones–.