El Ayuntamiento obtiene 5,7 millones de financiación del Estado para un programa innovador de prevención del absentismo escolar en familias con escasos recursos basado en un trabajo multidisciplinar con menores, hogares, centros educativos y entidades del barrio
“Se trata de una metodología innovadora donde la intervención social se adapta a cada caso en concreto, saliendo de los espacios formales de intervención y yendo a aquellos contextos y espacios públicos donde las y los menores se sienten mejor por diferentes circunstancias y, en consecuencia, se sienten arropados y faltan a las clases”, destaca el delegado Juan Manuel Flores.
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Dirección General de Acción Social, ha obtenido una financiación de 5.744.000 euros por parte del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para desarrollar en la ciudad un proyecto piloto de prevención y reducción del absentismo escolar destinado a menores de familias perceptoras del Ingreso Mínimo Vital, rentas mínimas o precariedad económica. Se ejecutará durante 21 meses a partir del próximo septiembre con un equipo multidisciplinar que trabajará con las y los menores, sus familias, centros educativos, tanto de Primaria como de Secundaria, y entidades sociales del entorno.
Se trata uno de los 18 proyectos elegidos entre 149 propuestas presentadas en el conjunto del Estado, tanto por parte de administraciones públicas como de entidades sin ánimo de lucro, y cuya financiación ha aprobado esta semana el Consejo de Ministros. El seleccionado para la capital hispalense es uno de los dos que se presentaron por parte de ayuntamientos –el otro es el de Santander– y se ejecutará a partir de la firma de un convenio específico con el Ministerio. El objetivo final es calibrar la efectividad de todos los proyectos presentados, que inciden en aspectos como la educación, la digitalización, el empleo, el acompañamiento social o la salud, para posteriormente replicar los casos de éxito en otros territorios.
El diseñado por parte del Ayuntamiento de Sevilla se orienta hacia la prevención y la reducción del absentismo escolar y pretende demostrar que son posibles a partir de una intervención socioeducativa intensiva desde el acompañamiento y orientación a las familias y escolares absentistas tanto en los centros educativos como en el propio hogar y en contextos formales e informales. Entre esos últimos, destacan los recursos del barrio asociado al menor (como entidades sociales, culturales, deportivas, de ocio, etcétera) y reuniones informales en plazoletas y calles que propicien la convivencia y la motivación, así como mecanismos innovadores de atención a las y los menores y sus familias.
“Se trata de una metodología innovadora donde la intervención social se adapta a cada caso en concreto, saliendo de los espacios formales de intervención y yendo a aquellos contextos y espacios públicos donde las y los menores se sienten mejor por diferentes circunstancias y, en consecuencia, se sienten arropados y faltan a las clases. Para esta metodología es fundamental la implicación y participación de los menores y sus familias, la comunidad educativa, entidades sociales que operan en el barrio,... Es una metodología de intervención multiactor y multinivel”, ha explicado el delegado de Hábitat Urbano y Cohesión Social del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Manuel Flores.
El proyecto parte de un diagnóstico específico de la familia (competencias parentales, motivación hacia la escolarización, situación socioeconómica, organización doméstica, proyecto vital y redes de apoyo) y psicoeducativa del menor (desarrollo evolutivo, competencias personales, autoestima y motivación hacia la escolarización, habilidades sociales, nivel educativo y necesidades educativas especiales). En el caso de las madres y los padres, se prestará atención social para el fortalecimiento y desarrollo de competencias educativas, organización doméstica, hábitos y normas para el cuidado de los menores y convivencia de la familia. Y los escolares absentistas serán atendidos en cuestiones de autoestima y motivación, competencias personales, habilidades sociales, seguimiento de la agenda escolar y refuerzo escolar.
Se prevé, asimismo, acompañar a padres y madres para reforzar su implicación en los centros educativos (tutorías, reuniones de padres y madres, matriculación) y también a los menores (tutorías, equipos de orientación, apoyo, compensatoria, transición de Primaria a Secundaria y de Secundaria a estudios superiores u otras alternativas). Por último, se contempla la búsqueda de un mayor interés y preocupación de las figuras parentales en la salud propia y la de sus hijos.