La Declaración de Sevilla de lucha contra el VIH/sida incrementa los objetivos de avance para su erradicación y hace hincapié en las garantías para la realización de pruebas y tratamientos, el apoyo a los sanitarios y la erradicación del estigma asociado a las ITS

El alcalde, Antonio Muñoz, preside la firma de la Declaración de Sevilla, que sustituye a la de París del año 2014, con objetivos más ambiciosos que se están abordando estos días en la conferencia mundial Fast-Track Cities 2022 que se celebra en la ciudad

Los participantes en la conferencia mundial Fast-Track Cities 2022, la red internacional de ciudades comprometidas en la lucha contra al VIH/sida, que se celebra desde hoy y durante tres jornadas en la capital hispalense, han acordado hoy la Declaración de Sevilla, sustituyendo a la de París de 2014, para avanzar en la definitiva erradicación del VIH/Sida, así como la tuberculosis y la hepatitis viral, elevando los objetivos marcados hace ocho años y ampliando el espectro de ITS (Infecciones de Transmisión Sexual).  

 

En el año 2014, la Declaración de París dio origen al movimiento Fast Track y marcó un punto de inflexión en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral. Las ciudades asumieron en aquel momento el liderazgo en la detección, prevención, tratamiento y lucha contra la estigmatización de las enfermedades de transmisión sexual. Desde entonces hasta ahora 400 ciudades de todo el mundo se adhirieron a esta declaracion y asumieron por tanto todos los compromisos fijados. El 90-90-90-0 se convirtió desde entonces en gran reto: que el 90 por ciento de las personas con VHI conociera su estado serológico, el 90 por ciento de ellas que estuvieran en tratamiento antirretroviral y que el 90 por ciento de estas revelaran supresión viral (es decir, indetectabilidad para romper la cadena de transmisiones), y todo ello, además, con un 0% de estigmatización social la enfermedad).

 

“Pero hoy en Sevilla damos un paso más. Las ciudades como líderes de los principales desafíos y retos a nivel mundial nos volvemos a unir para fijar en la Declaración de Sevilla una nueva batería de compromisos y obligaciones para la erradicación del VIH, la hepatitis viral y la tuberculosis antes de 2030. Un trabajo que debemos realizar siempre de la mano del movimiento asociativo y en una alianza entre administraciones públicas nacionales e internacionales”, ha dicho el alcalde. De esta forma, los objetivos son más ambiciosos y se amplían ahora al 95-95-95-0. “La Declaración de Sevilla viene a reconocer el papel estratégico que han jugado las asociaciones del sector en la consecución de los objetivos Fast-Track en Sevilla”, ha abundado el alcalde. 

 

Junto al alcalde, en el acto han participado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, el director General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Junta de Andalucía, Jorge del Diego, el presidente de IAPAC y Fast-Track Cities Institute, José Manuel Zúñiga, y el director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA, Eamonn Murphy, y con la presencia también de la delegada de Salud Pública y Protección Animal del Ayuntamiento, Encarnación Aguilar. La Declaración de Sevilla, que sustituye a la Declaración de París de 2014, recoge diez compromisos que inciden especialmente en las garantías para la realización de pruebas el acceso a los tratamientos, así como reforzar la información, prestar más apoyo a los profesionales de la salud y combatir el estigma asociado a las ITS.

 

Firma Declaracion VIH Paris-05.JPG

En concreto, los objetivos son:

 

  1. Salvaguardar la dignidad y los derechos de las comunidades afectadas por el VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral. Para ello, las ciudades se comprometen a eliminar las ordenanzas y leyes locales que discriminan o criminalizan los comportamientos de las poblaciones vulnerables más afectadas por el VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral.

 

  1. Cumplir con los objetivos de las Naciones Unidas para las respuestas al VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral lideradas por la comunidad. Parara 2025, las ciudades deberán garantizar:

 

  • el 30 % de los servicios de pruebas y tratamiento del VIH, la vinculación con el tratamiento, la adherencia y el apoyo a la retención y la alfabetización en materia de tratamiento
  • el 80 % de los servicios de prevención del VIH para poblaciones de alto riesgo, incluidas las mujeres dentro de esas poblaciones.
  • el 60 % de la programación para apoyar la implementación de facilitadores sociales, y para ello habrá una colaboración multilateral con los gobiernos subnacionales y nacionales para avanzar en estos objetivos.

 

  1. Incluir la representación comunitaria en todas las etapas de nuestras respuestas al VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral. Se trabajará en consulta con las comunidades afectadas para revisar las políticas, procedimientos y operaciones y la representación comunitaria tenga prioridad en las etapas de planificación, implementación y monitoreo de todos los aspectos de nuestras respuestas locales al VIH, la TB y la hepatitis viral.

 

  1. Facilitar el monitoreo dirigido por la comunidad de nuestras respuestas al VIH, la tb y la hepatitis viral. Se trabajará para implementar un monitoreo liderado por la comunidad de las respuestas locales al VIH, la TB y la hepatitis viral, asegurando que la recopilación, el análisis y la utilización de datos involucren a la propia comunidad con el apoyo de nuestra salud pública y otras instituciones.

 

  1. Mejorar la transparencia y la comunicación para facilitar la participación de la comunidad. Se comunicará información regularmente sobre la planificación y progreso de una manera que permita la participación pública en la toma de decisiones sobre nuestras respuestas locales al VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral.

 

  1. Desarrollar estrategias de divulgación para identificar y llegar a todas las partes interesadas de la comunidad. Se trabajará con representantes de la comunidad para desarrollar planes para identificar y llegar a las personas dondequiera que reciban información, ya sea a través de las redes sociales o espacios comunitarios, para que podamos interactuar con diversas partes interesadas de la comunidad de manera que sean más accesibles, convenientes e inclusivas. Existe un compromiso para una divulgación y comunicación adecuadas con niños y jóvenes.

 

  1. Apoyar a los trabajadores de salud comunitarios, líderes de pares y otras personas cercanas a nuestras comunidades. Al apoyar el establecimiento formal, la remuneración y el desarrollo profesional de estos tipos de cuadros de salud comunitarios, se podrá avanzar en el trabajo que realizan para mejorar la prevención y atención del VIH, la TB y la hepatitis viral, pero también garantizar que estos embajadores ante las comunidades afectadas reciban el apoyo adecuado a medida que refuerzan nuestras respuestas locales al VIH, la TB y la hepatitis viral.

 

  1. Trabajar para eliminar el estigma y la discriminación contra y dentro de nuestras diversas comunidades. Se trabajará para eliminar el estigma y la discriminación relacionados con el VIH hacia las personas que viven con y están afectadas por el VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral, especialmente las poblaciones clave que experimentan estigma y discriminación de naturaleza interseccional. Las comunidades marginadas no pueden participar plenamente en las respuestas de salud pública si sus comportamientos o identidades son criminalizados o estigmatizados. Se colaborará con representantes de la comunidad para utilizar ordenanzas, políticas y programas para abordar directamente estas barreras a nivel municipal y municipal, promover el cambio a nivel nacional e invertir en organizaciones que aboguen contra el estigma y la discriminación.

 

  1. Conectar a nuestras comunidades locales con las redes mundiales de VIH, TB y hepatitis viral. Se utilizará la red Fast Track Cities para conectar las voces de la comunidad en nuestras ciudades y municipios con otras personas de todo el mundo, compartiendo así sus mejores prácticas y trabajando en solidaridad para encontrar soluciones a los desafíos transversales.

 

  1. Informar anualmente sobre el progreso en relación con la colocación de las comunidades en el centro de nuestro trabajo. Se colaborará con representantes de la comunidad para adoptar y adaptar métricas globales estandarizadas para las respuestas al VIH, la TB y la hepatitis viral a nuestras necesidades locales. Se trabajará también con representantes de la comunidad para desarrollar marcos de implementación y rendición de cuentas.

 

 

 

Gabinete de Prensa

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