El alcalde inaugura la exposición ‘Plaza Nueva, el centro de todos’, “una muestra para entender la importancia de devolver a este espacio su imagen original”

Esta muestra propone un recorrido por los más 170 años de historia de esta plaza como antesala del ambicioso proyecto de remodelación integral para devolverle su imagen histórica y convertirla en un auténtico punto de encuentro para todos los sevillanos y visitantes

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha inaugurado esta mañana la exposición ‘Plaza Nueva, el centro de todos’ una muestra que plantea un recorrido en imágenes por los más de 170 años de historia de este espacio emblemático de la ciudad y que sirve como antesala del ambicioso proyecto de remodelación integral al que se someterá a partir de mediados de octubre para devolverle su imagen histórica y convertirla en un auténtico punto de encuentro para todos los sevillanos y visitantes.

En el acto, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz ha querido destacar que “esta exposición, que recoge algunos de los acontecimientos de los que ha sido testigo esta plaza, sirve para entender la importancia de devolver a este icónico espacio su imagen original”.

“La Plaza Nueva volverá a ser el corazón de Sevilla, el centro de todos los sevillanos. Una plaza más accesible, sostenible y en armonía con el patrimonio de nuestra ciudad. Un lugar de encuentro más cómodo, seguro y atractivo que el de hoy día”, añadía el primer edil.

Algunas de las imágenes que componen esta exposición —de la fototeca Municipal y fondo Jesús Martín Cartaya— muestran la vista general de la Plaza Nueva en 1972, llamada entonces “Plaza de la Libertad”, nombre que tuvo en el periodo 1868-1873; la procesión extraordinaria de la Virgen de los Reyes con motivo de la proclamación del Dogma de la Asunción, en 1950; o la manifestación pro autonomía, el 4 de diciembre de 1977; entre otras.

En relación a los trabajos que próximamente tendrán lugar en este espacio, Sanz señalaba que “con las obras de Plaza Nueva buscamos revalorizar este lugar de referencia y de identidad de la ciudad, recuperando sus valores más históricos y originales”.

Durante su intervención, el alcalde Sanz ha destacado de estas obras que “tienen como objetivo poner orden en el mobiliario urbano y vinculados a la movilidad, renovar las redes de infraestructura básica, potenciar la iluminación monumental, mejorar plantaciones y arbolado y, en términos generales, conseguir una clara ordenación del espacio.

Este proyecto conseguirá la mejora del paisaje de este espacio tan emblemático de la ciudad, poniendo en valor y devolviendo el protagonismo al propio espacio público, para conseguir un espacio urbano cómodo, seguro y atractivo que invite a participar de él como lugar de estancia y relación.

La actuación en Plaza Nueva cuenta con una inversión que supera los 4,5 millones de euros y los plazos de ejecución rondarán los 18 meses por lo que estas obras podrían estar finalizadas en la primavera de 2027.

La importancia de las obras en Plaza Nueva

La Plaza Nueva requiere atención y renovación; sus pavimentos están notablemente deteriorados, lo que ha provocado accidentes y problemas de accesibilidad. El tratamiento superficial de urgencia realizado para solventar la resbaladicidad, sin los cuidados y limpieza adecuada, hacen necesaria la renovación completa de los pavimentos. La vegetación, principalmente plátanos, palmeras y naranjos, ha sufrido un gran deterioro por falta de atenciones e intervenciones inadecuadas, afectando la distribución de la sombra. Asimismo, gran parte del mobiliario urbano existente en la Plaza Nueva presentan numerosos desperfectos, así como los andenes del metro-centro que, aunque funcionales, generan gran distorsión en el paisaje urbano de la plaza debido a su impacto visual. El gobierno municipal tiene como objetivo preservar este espacio significativo mientras aborda los desafíos de su mantenimiento y mejora. Con este objetivo, hace unos meses se ejecutó una fase previa de recuperación del pavimento principal de la Plaza Nueva: el mosaico de chinos que enmarca el monumento central de San Fernando, y ahora se afronta la fase principal de recuperación del centro de todos los sevillanos.

El objeto principal de este proyecto es la mejora del paisaje de este espacio tan emblemático de la ciudad, poniendo en valor y devolviendo el protagonismo al propio espacio público, para conseguir un espacio urbano cómodo, seguro y atractivo que invite a participar de él como lugar de estancia y relación.

 

¿En qué consistirá la remodelación integral del espacio?

Con esta actuación se conseguirá rescatar el espacio central como zona de encuentro y estancia, recuperando las dimensiones que poseía antes de la obra que sufrió la plaza para la ejecución del tranvía, manteniendo como elemento central la estatua ecuestre de San Fernando.

Se pasará de los actuales 88,00 x 48.07 metros, a 105,70 x 59,45 metros, de tal manera que se amplían los frentes este y oeste en aproximadamente unos 7 y 10 metros respectivamente, y los laterales norte y sur aproximadamente unos 6 metros.

En relación a los pavimentos, hace unos meses se ejecutó una fase previa de recuperación del pavimento central de la Plaza Nueva.

Tras haber realizado la restauración puntual de los pavimentos de chino lavado y habiendo renovado de forma integral los encintados de mármol que delimitan dichos enchinados donde se enmarca el monumento de San Fernando, junto a la corrección del nivel del suelo para evitar la acumulación de bolsas agua durante las lluvias y baldeo de la plaza debido hundimiento del pavimento, se procederá a la ampliación y repavimentación de la superficie central de mármol blanco y se reforzará la ordenación de las líneas de arbolado que definen y delimitan paseos y estancias.

Se trata además de un pavimento que ha estado relacionado con varios accidentes debido a su superficie lisa, muy deslizante, circunstancia que se agrava con la suciedad y la lluvia.

Tras el tratamiento superficial de abujardado que se le dio en 2022 para tratar de solventar este efecto, esta solería de mármol presenta ahora evidentes problemas de suciedad.

Se renovará por tanto el pavimento utilizando el mismo material y sus tonalidades, manteniendo prácticamente los mismos formatos. Se hará con mármol blanco de Macael con el índice adecuado y exigido de resbaladicidad, sobre el que además se aplicará un tratamiento superficial que facilite la limpieza y que actúa como protector antimanchas, hidrófugo y oleófugo. La última de las superficies existentes corresponde a una zona periférica de granito gris de Quintana que se extiende alrededor del pavimento de mármol. Las losas de gran formato están en gran parte deterioradas, con fracturas y hundimientos.

Se reducirán las dimensiones de esta área al aumentar la del espacio central de mármol y dividirla en dos zonas:

  • La primera adosada a las fachadas a modo de acerado y pavimentada con piezas similares al frente del Ayuntamiento.
  • La segunda a modo de carril de circulación pavimentada con adoquines de granito gris como los de la Plaza Virgen de los Reyes.

Finalmente, se pavimentará la calzada de conexión entre la calle Zaragoza y Méndez Núñez con adoquín de granito y bordillo de granito.

En otra actuación al margen de ésta, Emasesa llevará a cabo la reurbanización de las calles Madrid y Bilbao que vendrán a completar las actuaciones en las calles aledañas a la plaza ya en marcha como Méndez Núñez o los trabajos finalizados en Zaragoza, convertidas en plataforma única.

Sobre árboles y plantaciones, las líneas de arbolado que definen y delimitan paseos y estancias de la Plaza Nueva, serán reforzadas completando sus faltas y eliminando elementos que distorsionan la ordenación del espacio. De esta manera se llevará a cabo el trasplante de 4 palmeras que no mantienen la simetría de la composición y completar las líneas de plátanos y de naranjos, plantando 11 nuevos plátanos y 4 nuevos naranjos en total. En cuanto a los parterres de los frentes norte, sur y oeste, se va a definir su composición interior y eliminar los setos de mirto que están incompletos.

En lo relativo al mobiliario urbano, son innumerables los elementos que se extienden por este espacio que generan gran distorsión en el paisaje urbano de la Plaza o que por su disposición suponen verdaderos obstáculos en los itinerarios tales como los bancos de fundición clásicos en el interior de la Plaza combinados con los de madera instalados con motivo de las obras del tranvía, bicicleteros y estaciones de Sevici o las marquesinas de los andenes del tranvía.

Por ello, con esta remodelación la intención es que todos los elementos tengan una unidad de estilo para recuperar la imagen historicista que tuvo en su día la Plaza Nueva y que el mobiliario entre a formar parte de la nueva configuración espacial y de su contenido cromático, no siendo nunca el protagonista principal.

Los elementos a ubicar serán los siguientes:

  • Bancos de fundición en gris forja para el interior de la plaza.
  • Bancos dobles, robustos y con un diseño que se integre en el entorno para la zona ampliada del espacio central, sustituyendo a los actuales existentes de base de granito gris y asiento y respaldo de madera.
  • Dos pérgolas, a colocar en otra fase, en los extremos norte y este de la plaza, que funcionarían como lugar de estancia y que recordarían en su diseño a los quioscos de música que antaño tuvo la plaza.
  • Y dos fuentes de agua potable accesibles, en sustitución de las que ha habido hasta ahora en los ángulos noreste y suroeste de la Plaza.

Las redes de saneamiento y abastecimiento fueron renovadas con las obras del metro-centro y en la actuación previa que tuvo lugar hace unos meses quedaron solucionados los problemas de encharcamientos en el espacio.

Respecto a la red de alumbrado público, las farolas que hay actualmente se encuentran en buenas condiciones, si bien es conveniente renovar los conductores y cuadros eléctricos.

En cuanto al alumbrado monumental, se propone una nueva instalación para el alumbrado monumental de la fachada del Ayuntamiento y de la escultura ecuestre de San Fernando, actualmente carente de éste.

Por último, y con el fin de evitar elementos distorsionantes en la configuración de la plaza, se desplazará esta zona de carga y descarga, tan necesaria para el reparto de mercancía, hacia la calle Madrid tras el Hotel Inglaterra, que requiere la ordenación de alineaciones, proponiendo una plataforma única en todo el ámbito que permita incorporar una zona de aparcamiento para carga y descarga en cordón.

Por otra parte, el espacio actual frente al Hotel Inglaterra se destinará a estacionamiento de motos, liberando visualmente esta zona, de manera que los taxis seguirán ocupando el mismo espacio de hoy día, con parada en batería.

Los elementos vinculados a la movilidad sostenible como estacionamiento de Sevici, patinetes eléctricos y bicis eléctricas se dispondrán en línea frente a los números 3, 4 y 5 en el borde sur de la Plaza.

Respecto a los dos apeaderos del Metro-centro, se eliminará el más cercano a la plaza, prácticamente sin uso, pero se mantendrá el desdoblamiento de las dos líneas del tranvía, permitiendo siempre su uso.

 

La historia de la Plaza Nueva

La Plaza Nueva, ubicada en el corazón del casco antiguo de la ciudad, es un icónico espacio público que ha sido testigo de innumerables eventos a lo largo de su historia. Desde su creación en el siglo XIX, ha sido un punto de encuentro para sevillanos y visitantes, albergando ferias, mercados, manifestaciones y celebraciones de diversa índole, convirtiéndose en un símbolo emblemático de la ciudad.

Conocida como «Laguna de la Pajería», la actual Plaza Nueva era un humedal en la Edad Media, cuyas aguas, de un brazo del Guadalquivir, procedían de la calle Sierpes y tenían salida por la avenida de la Constitución. Con la ampliación almorávide de la muralla se accedía a ella por la puerta de los Alfareros. Tras su desecación, se convertiría en un cementerio, y en el siglo XIII se afincarían en este terreno los frailes franciscanos, quienes por sucesivas ampliaciones acabarían construyendo una casa conventual de enormes dimensiones, mucho mayor al actual perímetro de la plaza.

Tras la guerra napoleónica de 1808 el edificio del convento quedó muy dañado, sufriendo además en 1810 un incendio que lo terminó de arruinar, hasta el punto que se acondicionó parte de la zona como plaza; no obstante, se acometería una lenta reconstrucción iniciada en 1813, que no se llegaría a materializar a causa de la desamortización de los bienes a la Iglesia de 1835 que paralizó definitivamente los trabajos. La Plaza Nueva, y todas las pequeñas calles que la circundan, surgen en 1848 cuando se derriba el Convento «Casa Grande» de San Francisco, de la Orden Franciscana y sus anexos del Hospital de Terceros Franciscanos y el Colegio de San Buenaventura, que era el noviciado y casa de estudios de la orden.

Se concluyó en 1853, aunque no se inauguró hasta 1857. El aspecto primitivo de la plaza era de un caserío de dos plantas, uniforme en las tres caras frente al Ayuntamiento, del que sólo se mantiene en pie como testigo el tramo comprendido entre el edificio de la Telefónica y la calle Barcelona. En el centro de la plaza hubo un gran quiosco para música, que desapareció para levantar el actual monumento a San Fernando, que se inauguró en 1924.

Preside la plaza el monumento al rey santo Fernando III de Castilla. Destacan el edificio del Ayuntamiento, que presenta su fachada dieciochesca en el lado oriental de la plaza. También hay que señalar la pequeña Capilla de San Onofre embutida dentro de las construcciones del siglo XIX, único resto del desaparecido Convento de San Francisco, y el magnífico edificio de la Telefónica, obra de Juan Talavera y Heredia.