El alcalde apuesta por “blindar los avances obtenidos” por el pueblo gitano durante el acto de entrega de los premios ‘La equidad, nuestro éxito escolar’ con los que Fakali reconoce a estudiantes, familias y centros educativos por su trayectoria y su implicación en el trabajo con esta comunidad

Este acto ha reconocido a 20 niños, niñas y jóvenes romaníes con el objetivo de mostrar la realidad de una generación que rompe con los estereotipos y abre un nuevo horizonte educativo. Durante el acto, el alcalde ha anunciado que, al igual que otros años, la bandera romaní ondeará en el Ayuntamiento el próximo 22 de noviembre con motivo de la celebración del Día del Pueblo Gitano Andaluz.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha presidido hoy la II Gala ‘La equidad, nuestro éxito escolar’, el acto de entrega de premios a estudiantes gitanos y gitanas, familias y centros educativos que organizado por la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas, FAKALI y que ha tenido lugar en el Ayuntamiento de Sevilla. Este acto, que se enmarca en la conmemoración del 22N, Día del Pueblo Gitano en Andalucía, ha reconocido a 20 niños, niñas y jóvenes romaníes con el objetivo de  mostrar la realidad de una generación que rompe con los estereotipos y abre un nuevo horizonte educativo y antidiscriminatorio al convertirse en referentes. 

Durante el acto, al que también ha asistido el delegado de Juventud, Ciencia y Universidades y Cooperación al Desarrollo, Juan Antonio Barrionuevo, y Beatriz Carrillo de los Reyes, presidenta de FAKALI, el alcalde ha señalado que “no se entiende Andalucía sin el pueblo gitano. Y no se entiende Sevilla sin el pueblo gitano y con este acto reconocemos tres pilares fundamentales de la lucha contra el antigitanismo, la defensa de la cultura, la lengua y la identidad del pueblo gitano, y el fin de los estereotipos”. Igualmente, el alcalde, quien ha anunciado que, al igual que otros años, la bandera romaní ondeará en el Ayuntamiento el próximo 22 de noviembre con motivo de la celebración del Día del Pueblo Gitano Andaluz, ha felicitado a los estudiantes, familias y a los centros educativos premiados y ha apostado por “blindar los avances obtenidos y también por reivindicar que queda aún mucho por hacer para cumplir los objetivos de lucha contra el antigitanismo”. 

Por su parte, la presidenta de FAKALI se ha dirigido a los premiados a lo que ha emplazado a “sentiros orgullosos de quienes sois, de quienes somos. Ya no somos los gitanos de hace 40 años, cuando se abolió la última ley contra nuestro pueblo. Hoy representamos, y aquí hay está la muestra, la generación más preparada con más aspiraciones, que quiere competir en pie de igualdad y ser protagonistas de nuestro avance en la sociedad”. 

En el acto se ha premiado a 14 menores gitanos y gitanas, tanto de Primaria como de Secundaria, de los centros escolares CEIP Orippo, CEIP Manuel Altolaguirre, IES Pino Montano y CEIP Hermanos Machado, por su esfuerzo y recorrido junto a FAKALI. 

También se ha reconocido a estos cuatro centros escolares por su labor y dedicación en favor del alumnado gitano. El trabajo diario de la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas en los centros educativos a lo largo de dos décadas se encamina a convertir la escuela en un lugar donde la historia y la cultura del Pueblo Gitano sean conocidas y respetadas por toda la comunidad educativa. 

Asimismo, se ha reconocido a cuatro familias por su acompañamiento y apoyo a sus hijos e hijas en sus procesos educativos. Y, por último, cinco jóvenes universitarios gitanos han recibido su correspondiente reconocimiento como referente en sus estudios, abogando por un futuro más igualitario y justo. 

En el acto, también ha habido lugar para una performance de distintas mujeres gitanas de los barrios en los que trabajan FAKALI y ha concluido con la actuación del cantaor Luis de Chimenea y el guitarrista Curro Vargas. 

FAKALI-AMURADI dedica sus esfuerzos a la protección y el fomento educativos de la infancia y la juventud gitanas, que muchas veces han visto frustradas sus aspiraciones académicas y formativas por la desigualdad en la que viven muchas de sus familias y por la falta de reconocimiento de la cultura gitana en el currículum académico.