El Ayuntamiento adjudica la restauración de las últimas cinco Victorias Aladas del Parque de María Luisa tras haber invertido casi 390.000 euros para devolver su aspecto original a las 16 esculturas talladas hace más de un siglo

La tercera y última fase de intervención cuenta con 129.278 euros de presupuesto y un plazo de ejecución de seis meses e incluye la reposición de los elementos perdidos a lo largo de más de un siglo previa indagación histórica e infográfica. “Esta iniciativa se enmarca en la amplia estrategia de recuperación del patrimonio histórico y vegetal del Parque de María Luisa y de mejora de sus infraestructuras y viarios, con 4,4 millones invertidos en cinco años”, ha destacado el delegado de Transición Ecológica y Deportes, David Guevara.

El Ayuntamiento de Sevilla, a través del Servicio de Parques y Jardines de la Delegación de Transición Ecológica y Deportes, ha adjudicado la última fase de la restauración de las esculturas de las Victorias Aladas de la Plaza de América, en el Parque de María Luisa. En esta ocasión, son cinco de las dieciséis obras existentes sobre columnas –tres de ellas del artista Manuel Delgado Branckenbury, otra de Pedro Carbonell y la última de Lorenzo Coullaut Valera– las que se someterán a una minuciosa intervención, cuyo presupuesto alcanza los 128.278,98 euros. 

“Con esta iniciativa, completamos la restauración de las Victorias Aladas iniciada en el año 2017 con tres fases distintas que han contado con un presupuesto conjunto de 389.683 euros y enmarcadas en la estrategia municipal para la recuperación del patrimonio histórico del Parque de María Luisa. Esta estrategia ha tenido sus mayores exponentes en los últimos años en la recuperación del conjunto escultórico de la Glorieta de Bécquer, la restauración de las fachadas del Pabellón Real, la restauración de las esculturas de las niñas de las Fuentes de las Palomas o la reparación del puente de la Isleta de los Patos, entre otras actuaciones”, según ha enumerado el delegado del ramo, David Guevara. 

En concreto, los trabajos, con seis meses de plazo máximo de ejecución, consistirán primero en un estudio pormenorizado sobre cada escultura y después la realización tratamientos biocidas, limpieza mecánica de superficies y química; consolidación para las superficies alteradas; reposición de los morteros en juntas según original; reintegraciones de mortero; cosido y sellado de grietas y pegado de fragmentos, y tratamientos hidrofugantes y antigrafitti, sin que alteren la superficie. 

Para el trabajo de reintegración de piezas perdidas y su reconstrucción, primero se procederá al modelado de las mismas en arcilla siguiendo los modelos originales y la realización de moldes en silicona. Después, tras ejecutar las pruebas de color, un taller especializado reproducirá estas piezas en resina acrílica y fibra de vidrio o material similar que sea resistente a la intemperie y que no presente reducción de su tamaño al secar. Por último, se anclarán las reproducciones a las esculturas, mediante fibra de vidrio y resina resistente a los rayos UV, se procederá a una entonación cromática que iguale toda la superficie tanto de las esculturas como de los capiteles y se aplicarán tratamientos hidrofugantes y antigrafitis. 

Entre las piezas perdidas de estas Victorias Aladas destacan cabezas, brazos, alas y coronas, que se habrán de reproducirse tras un trabajo histórico e infográfico. En general, todas estas esculturas –al igual que las anteriormente restauradas– presentan una degradación causada por los agentes meteorológicos, sobre todo humedad y lluvia, que han causado fisuras, fragmentaciones y desgastes de la piedra. 

“Con esta nueva actuación, en cinco años se han invertido 4,4 millones de euros en el Parque de María Luisa para mejorar su patrimonio histórico y vegetal y sus infraestructuras y viarios”, ha concluido el delegado David Guevara. Los trabajos de restauración de estas cinco últimas Victorias Aladas han sido adjudicados a la empresa Dedalo, Bienes Culturales SL. 

Las Victorias Aladas 

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La Plaza de América fue proyectada por Aníbal González en el año 1912 con algunas variaciones introducidas en 1914. La ornamentación se completa con el conjunto de esculturas de Victorias Aladas, semejantes a las de la Exposición de Turín de 1911, y que rematan las columnas de los ocho bancos corridos que delimitan el amplio espacio rectangular de la Plaza de América. En total son 16 Victorias Aladas, con distintos elementos alegóricos (escudo y espada, corona de laurel, cuerno de la abundancia, antorcha, flores, paleta de pintura, rueda dentada, etc.). Y de ellas, seis las realizó Coullaut Valera, otras tantas, Delgado Branckenbury, y las otras cuatro, Pedro Carbonell. 

La importancia de este conjunto escultórico radica en que perpetúa la tradición de las columnas coronadas por estatuas. La piedra es el material soporte de cada una de esas obras, concretamente biocalcarenita de grano fino-medio, roca porosa y no muy cementada. Cada una de las esculturas está tallada en un solo bloque de piedra hasta la peana, a excepción de las alas y, en algunos casos, los atributos que portan, que están realizados en piezas diferentes adheridas mediante morteros y cosidas con grapas metálicas al bloque principal. Todo el conjunto está formado por cuatro elementos diferenciados: basamento, fuste, capitel y estatua. 

La Plaza de América está incluida en el Parque de María Luisa, declarado BIC (Bien de Interés Cultural) en 1983 con la tipología de Jardín Histórico.