El Ayuntamiento rotula dos calles y un parque de Torreblanca a petición de la Hermandad de los Dolores con los nombres de Párroco Antonio Olmo, Vicente Alonso García y Juan Castellano Martín, respectivamente, por su contribución a la labor social en el barrio y al crecimiento de esta corporación

“Tres personas que coincidieron en el tiempo y que con su buen hacer, su sacrificio y su entrega se unieron para conseguir la fundación de la hermandad, su impulso en los primeros años y el desarrollo de su labor social en el barrio”, subraya el alcalde

El alcalde Sevilla, Antonio Muñoz, acompañado por el delegado del Distrito Este-Alcosa-Torreblanca, Juan Tomás de Aragón, ha asistido hoy a los actos de rotulación de tres nuevas vías en el distrito Este-Alcosa-Torreblanca, todas ellas a petición de la Hermandad de los Dolores de Torreblanca: la calle Párroco Antonio Olmo, en el tramo entre la Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua y el parque, desde Abedul hasta Albérchigo; la calle Vicente Alonso García, en el tramo que bordea el parque desde Nogal hasta Albérchigo; y Parque Juan Castellano Martín, en el espacio vallado junto a la Plaza Las Acacias, delimitado por Nogal, y las calles de nueva denominación Párroco Antonio Olmo y Vicente Alonso García.

Con estas tres nominaciones aprobadas en el Pleno ordinario del pasado mes de febrero, la hermandad quiere reconocer, coincidiendo con su XXV aniversario fundacional, a estas tres personas que fueron muy relevantes y desempeñaron un papel fundamental en la creación de esta Corporación, así como por la labor social que desarrollaron en el barrio, con el que siempre mostraron un gran compromiso.

“Antonio Olmo, Juan Castellano y Vicente Alonso estarán desde hoy aún más en el recuerdo de todos nosotros y nosotras una vez que se han incorporado al callejero de nuestra ciudad dando nombre a calles y espacios públicos ubicados justo en las proximidades de ese templo parroquial de San Antonio de Padua en el que tantas horas echaron y por el que tanto trabajaron”, ha destacado el alcalde durante su intervención.

Antonio Olmo llegó a Torreblanca como párroco en 1986, revitalizó el templo, realizó acciones sociales y lo convirtió en un centro de referencia para todo el barrio. Su legado fue amplio, pero especialmente fue clave para en 1994 se consolidara la fundación de la hermandad y se realizara la primera  estación de penitencia hasta la parroquia del Inmaculado Corazón.

Juan Castellano, carpintero, también llegó al barrio de Torreblanca por esas fechas. Y su compromiso con la hermandad y con el barrio le llevó a ser su primer hermano mayor en 1994, además de participar en enseres como el antiguo paso en el que procesionaban San Antonio y María Santísima de Los Dolores o el marco del dosel que está ahora mismo ubicado en el Altar Mayor de la Iglesia.

Por último, Vicente Alonso, alma del centro cultural y musical Inmaculado Corazón de María y de la Cruz de Mayo que se celebraba en el barrio. Vicente unió su vida a la de la hermandad, trabajando permanente con ella. Fue capataz, teniente hermano mayor y finalmente hermano mayor en 1996 cuando falleció Juan Castellano.

“Tres personas por tanto que coincidieron en el tiempo y que con su buen hacer, su sacrificio y su entrega se unieron para conseguir la fundación de la hermandad, su impulso en los primeros años y el desarrollo de su labor social en el barrio”, ha subrayado el alcalde, quien ha añadido que su legado está presente entre nosotros desde entonces, “pero a partir de hoy tendrán ese reconocimiento que merecían y que la ciudad de Sevilla les debía”.