El Ayuntamiento y científicos de la Universidad de Sevilla concluyen la limpieza de la vegetación invasiva del estanque de Parque de Los Príncipes y realizarán un seguimiento para evitar que se reproduzca

La extensa masa verde obedecía a la aparición fortuita y masiva de unos macrófitos con origen externo, posiblemente tras una alimentación no controlada de la avifauna, vertidos de agua y peces de acuarios o traídos por aves. En la actuación se han seguido las directrices marcadas desde la Escuela Politécnica de la Universidad de Sevilla. El delegado de Transición Ecológica y Deportes, David Guevara, pide a los ciudadanos que no den de comer a los patos en el estanque para evitar que reaparezca esa flora no autóctona que había colonizado casi todo el lago.

El Ayuntamiento, a través de su Delegación de Transición Ecológica y Deportes con en colaboración con la Universidad de Sevilla (GrupoTAR de la Escuela Politécnica) y la empresa especializada Turbepal, ha logrado controlar el exceso de biomasa verde en el estanque del Parque de los Príncipes tras la aparición fortuita de una especie de macrófitos (flora acuática del género Sparganium angustifolium) no habitual en el entorno y de rápido crecimiento y que había colonizado el lago. Esta mañana han concluido los trabajos de extracción de esa abundante vegetación sin necesidad del vaciado de ese estanque y ahora se realizará un seguimiento para comprobar cómo evoluciona y si hay que afrontar tratamientos adicionales.

El delegado del ramo, David Guevara, ha realizado una visita de supervisión de esos trabajos junto con Fernando Mora-Figueroa, director general de Medio Ambiente y Parques y Jardines del Ayuntamiento; José Luis Hernández Garijo, director general del Distrito Los Remedios; y el catedrático de la Escuela Politécnica Julián Lebrato, cuyas directrices se han seguido para actuar en el estanque. “El problema principal se ha atajado: la eliminación del exceso de fósforo y nitrógeno en el agua de los que se nutría la vegetación, que se ha retirado. Pero necesitamos ahora la colaboración ciudadana para que no dé de comer a las aves dentro del estanque ni arroje allí el contenido de acuarios domésticos, ya que podrían contribuir a que aflore de nuevo esa vegetación no autóctona”, ha explicado Guevara.

De hecho, desde el Distrito Los Remedios y el Servicio de Parques y Jardines se han propiciado reuniones con las asociaciones de vecinos del barrio para explicarles cuál era el origen de este problema, cómo se iba a afrontar la solución y cómo podían colaborar. 

Aunque con episodios esporádicos en otros veranos, es en este cuando se apreció un vertiginoso crecimiento de los macrofitos y ha ido empeorando con una masa de algas. Desde que se constató a mediados de junio, el Servicio de Parques y Jardines, la Universidad de Sevilla (GrupoTAR de la Escuela Politécnica) y la empresa Turbepal llevan trabajando para conocer el origen del problema y mitigar además sus efectos respetando la biodiversidad del estanque.

La colmatación de biomasa verde conlleva la necesidad de un vaciado cada vez en periodos de tiempo menores a los habituales en estas tareas de mantenimiento, siendo la última vez que se vació y renovó el agua del estanque en febrero pasado. La eclosión de la flora de micrófitos se produjo en junio pasado y sobre su repentina aparición los científicos procedentes de la Universidad de Sevilla del GrupoTAR (Investigación en Tecnología del Agua) barajan varias hipótesis, entre ellas semillas o plantines que podrían haberse introducido en este estanque tras el vaciado de acuarios, por peces de acuario que portaran microfitos o por aves que llegan al lago procedentes de lugares donde es común este tipo de flora acuática, así como por una población excesiva de peces.

Los expertos concluyen también que la alimentación no controlada de la avifauna y la colonia de palomas del parque podría haber contribuido a la rápida expansión de estos microfitos por los aportes de nutrientes como el nitrógeno o el fósforo –los parámetros del agua de pozo que suministra al estanque son normales, de ahí que la aportación de estos nutrientes sea exterior–. Se trata de macrófitos sin tallos leñosos que pueden alcanzar los 3 metros de longitud y que desarrollan numerosos tallos secundarios y ramificaciones formando un dosel denso en la proximidad de la superficie del agua. Además, las aves acuáticas contribuyen a la dispersión de sus propágulos, facilitando su colonización del estanque.

Desde la tercera semana de junio se estaban realizando tareas de extracción de la biomasa y estudios para evaluar cómo atajarla sin dañar la diversidad biológica del estanque. Se ha procedido a la limpieza del estanque sin vaciarlo, para, así, evitar el estrés repetido para peces y anátidas. “Se ha trabajado  desde el máximo rigor, con los pasos e indicaciones marcados por los científicos, que aún continúan su labor, y vigilando el bienestar de la avifauna”, ha concluido David Guevara.