El Real Alcázar y la Universidad de Sevilla ejecutan un proyecto de I+D para calibrar la conservación de las yeserías históricas

Se trata de la segunda fase de intervención sobre las yeserías tras la acometida en otoño pasado, y en este caso tiene 90.750 euros de presupuesto financiado a través de un programa de I+D y transferencia de conocimiento del Ministerio de Ciencia. Este proyecto se fundamenta sobre todo en modelos matemáticos para determinar el estado del yeso. está desarrollado por un equipo de 14 especialistas y pretende determinar cómo afrontar mejor los trabajos de conservación y restauración con bases científicas. El delegado Antonio Muñoz destaca el componente innovador de estos trabajos y la importancia creciente de la conservación preventiva en el conjunto monumental.

El Real Alcázar acaba de iniciar una segunda fase de intervención sobre las yeserías decorativas del monumento con la ejecución de un proyecto de I+D por parte de la Universidad de Sevilla para evaluar con criterios científicos el grado de conservación de las mismas y jerarquizar próximas actuaciones de mantenimiento y restauración. Esta iniciativa, que coordinan los profesores titulares de la Facultad de Ingeniería de Edificación Francisco Javier Blasco López y Francisco Javier Alejandre Sánchez y que cuenta con un presupuesto de 90.750 euros, está financiada con cargo al Programa Estatal de Generación de Conocimiento y Fortalecimiento Científico y Tecnológico del Sistema de I+D+i del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y tendrá su desarrollo hasta 2021.

El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, ha visitado hoy los trabajos que ejecuta un equipo conformado por 14 especialistas, de ellos 10 del Departamento de Construcciones Arquitectónicas y 2 adscritos al Departamento de Expresión Gráfica Arquitectónica de la Hispalense, una procedente del de Pintura de la Universidad de Granada y, por último, un colaborador de la Universidad de Chile formado en la Universidad de Sevilla. “Esa segunda fase de intervención sobre las yeserías determinará cómo enfocamos la conservación futura y las necesidades de restauración a partir de criterios científicos y de la ejecución de una labor de I+D donde las matemáticas juegan un papel fundamental a la hora de evaluar y calibrar el estado de conservación de esos elementos”, ha explicado.

El delegado ha estado acompañado en su visita por los responsables del proyecto y Marta Torres González, arquitecta doctorando sobre las yeserías, además de Isabel Rodríguez, directora conservadora del Real Alcázar. Ese proyecto se desarrollará sin interferir en las visitas, en la estrategia del Patronato del monumento por divulgar y poner en valor el trabajo y a los profesionales que contribuyen a la conservación del recinto palaciego.

En concreto, la segunda actuación sobre las yeserías parte de la colaboración entre el Real Alcázar y la Universidad de Sevilla para determinar modelos de durabilidad y conservación preventiva de los elementos decorativos. Se trata de un proyecto de I+D aplicada a las yeserías y no una intervención en sí sobre las mismas. Es decir, su finalidad primordial es determinar primero con qué modelos trabajar para después jerarquizar las tareas de mantenimiento preventivo y las acciones de intervención que constituirían la tercera fase.

En suma, se trata de evaluar el estado de conservación a través de la determinación de la dureza superficial, la descripción de la degradación y la creación de un modelo de funcionalidad o vida útil funcional. Para ello, las labores que se están ejecutando responden a tres modelos:

 

  • Modelo de dureza superficial. Determina el estado de conservación del yeso a partir de la dureza superficial, estableciendo relaciones matemáticas entre la porosidad del yeso (un claro indicador de su estado de conservación) y sus propiedades mecánicas, entre ellas la dureza superficial.

 

  • Modelo de la degradación. Se aplica el modelo matemático para determinar el grado de degradación a partir de la comparación entre un área degradada y el conjunto del paramento con la más grave degradación posible. En este modelo se integran tanto patologías de la propia yesería como del sistema de ejecución, ambientales y del entorno.

 

  • Modelo de lógica difusa. Se basa en la teoría de conjuntos difusos, convertida en una herramienta de apoyo para los procesos de toma de decisiones para la restauración y el mantenimiento de los edificios históricos. El sistema Fuzzy Building Service Life FBSL2.0 está sustentado por 17 variables de entrada, 5 de vulnerabilidad y otras 12 de riesgos (estático-estructurales, atmosféricos y antrópicos). Estos parámetros se relacionan con la pérdida o la ganancia de funcionalidad de los edificios, priorizando las acciones de conservación que deben desarrollarse en el conjunto de los edificios, palacios y patios donde se ubican las yeserías históricas.

 

Las técnicas (termografía, que mide la temperatura y la existencia de bolsas de aire que distorsionen la fijación del yeso, radar para conocer los métodos de fijación o la fotogrametría para definir formas o dimensiones) y los aparatos empleados no son invasivos, conformando en su conjunto un sistema y una metodología de ensayos pioneros. “Además de evaluar su estado, serán fuente de información para desvelar cómo se colocaron las yeserías o cuáles eran sus colores originales. Una amplia base documental para seguir profundizando en los orígenes del monumento”, según ha argumentado el delegado.

Antonio Muñoz ha incidido en la componente de I+D que acompaña al proyecto así como en la importancia de la estrategia de planificación y conservación preventiva desplegada en el Real Alcázar de Sevilla en los últimos años. “Conservar y mantener es prevenir antes de que aparezca la herida y la necesidad, pues, de rehabilitar. Es un trabajo silencioso, minucioso y muy especializado al se le concede cada vez más trascendencia en este monumento”, ha remarcado Antonio Muñoz.

“Disponemos para este 2020 un plan para conservación preventiva y restauración con un volumen presupuestario total de 3 millones de euros, al que hay que añadir los estudios y trabajos que se van a realizar durante este ejercicio”, según ha dicho. Entre los proyectos redactados y a cuya licitación se procederá a lo largo de 2020 se encuentran la intervención integral sobre la totalidad de los azulejos cerámicos de los palacios Gótico y Mudéjar, la restauración del Estanque del Mercurio y trabajos de conservación preventiva en distintas fuentes de los jardines. Y 2020 también va a ser un año decisivo para las negociaciones con el Ministerio de Hacienda al objeto de comprar dos casas de su propiedad en el Patio de Banderas que fueron estancias primitivas del Real Alcázar, tal y como acordó el Pleno municipal

 

PRIMERA FASE DE INTERVENCIÓN

El pasado otoño, el Real Alcázar de Sevilla acometió la primera intervención integral de conservación preventiva y de mantenimiento de los revestimientos con yeso del conjunto de salas y patios del Palacio Mudéjar, cuya finalidad principal era evitar su deterioro mientras se elabora otro proyecto de mayor envergadura para afrontar una restauración de los mismos en varios años.

Esta primera intervención contó con un presupuesto de 76.500 euros. Su objetivo era atajar problemas de fisuras, grietas, pérdidas de piezas y fragmentos, desgastes, separaciones y oquedades, oxidación de los clavos de fijación, manchas, cambios de tonalidad o ennegrecimiento debidos a factores ambientales (humedad o cambios bruscos de temperatura), biológicos y antrópicos (intervenciones inadecuadas a lo largo de la historia o la acción incívica de visitantes).