Emasesa declarará a principios de octubre la alerta por sequía que no implica cortes de suministro pero sí un ahorro adicional y la prohibición del consumo de agua potable de la red no acordes con la situación actual de los embalses

La Junta General Extraordinaria de Emasesa, con presencia de los alcaldes de las localidades abastecidas por la empresa metropolitana, ha informado de la hoja de ruta a seguir durante el Estado de Alerta que, gracias al esfuerzo y la planificación, evita los cortes de agua para el consumo humano o la actividad empresarial. El alcalde de Sevilla y presidente de Emasesa, Antonio Muñoz, hace un nuevo llamamiento a la responsabilidad ante un escenario de “incertidumbre” al unirse a la sequía las consecuencias del cambio climático. “La situación es preocupante pero no alarmante. Hemos sido previsores. No habrá cortes de suministro ni subida de tarifa”.

La Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Agua de Sevilla, Emasesa, ha celebrado hoy Junta General Extraordinaria para tratar sobre la hoja de ruta a seguir ante la falta de precipitaciones y, por tanto, el agravamiento de la situación de sequía. Presidida por el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, y con presencia de todos los alcaldes de las doce localidades a las que abastece Emasesa, la reunión ha contado con la presencia del secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Hugo Morán, quien previamente había mantenido un encuentro de trabajo con ellos para analizar la coyuntura en la cuenca del Guadalquivir y, específicamente, la del conjunto del área metropolitana suministrada por Emasesa.

Antonio Muñoz ha trasladado en la reunión la existencia de un escenario de incertidumbre puesto a la sequía en sí de la cuenca, que aflora periódicamente aproximadamente cada diez años, se suman las evidentes consecuencias del cambio climático. “La situación es preocupante pero, gracias a que hemos hecho los deberes en los últimos años, no es alarmante, de ahí que no nos tengamos que plantear ni cortes de suministro ni subidas de tarifas”, según ha dejado claro el alcalde, quien ha recordado la puesta en funcionamiento del embalse de Melonares, las constantes inversiones en mejora de la red, la responsabilidad, el compromiso y el esfuerzo ahorrador por parte de la ciudadanía o la planificación que permite el conocimiento de las sequías pasadas.

“Si bien hemos sido previsores y ya desde noviembre del año pasado contamos con una declaración del estado de prealerta y en junio se aprobaron las primeras medidas con el primer bando compartido entre todos los municipios, la lluvia no acaba de llegar, las temperaturas continúan siendo altas y las reservas se siguen mermando”, según ha explicado el regidor hispalense.

Tras el verano y como apuntaban las predicciones, el nivel de los embalses que abastecen a Sevilla y su área metropolitana ha descendido a niveles que ya rozan la situación de alerta por sequía, de ahí la necesidad de que los ayuntamientos preparen conjuntamente los siguientes pasos a dar en consonancia con el Plan de Emergencia ante Situaciones de Sequía de Emasesa.

Así, el presente año hidrológico, que se cierra el 30 de septiembre, está siendo el peor de la última década. Si se suma el déficit hídrico de 115 hm³ del año 2020-21 y los 175 hm³ del periodo 2019-20, la conclusión es que, en el acumulado de los tres últimos años, el sistema ha recibido las mismas aportaciones que en la sequía del periodo 1991-95. En estos momentos los embalses de Emasesa están al 42 por ciento de su capacidad, lo que equivale a 269,44 hectómetros cúbicos (en 2018 eran 641). El Plan de Emergencia ante Situaciones de Sequía de Emasesa establece que el umbral de alterta se encuentra en los 268 hectómetros cúbicos.

Desde Emasesa se ha realizado un esfuerzo en eficiencia hídrica desde hace años que, junto con la colaboración ciudadana, ha redundado en una reducción del consumo doméstico unitario de más del 30 por ciento con respecto a 1995. Esto, sumado a la puesta en servicio del embalse de Melonares, ha permitido superar la escasez de aportaciones en los últimos tres años (equiparables a la sequía del 91-95) sin que el servicio a los ciudadanos y al tejido empresarial se haya visto afectado hasta el momento.

La empresa metropolitana de aguas también está inmersa en un proceso de transformación digital que equivale a más eficiencia y a un mejor servicio. En el marco de la sequía, por ejemplo, posibilitará ajustar los consumos mediante contadores inteligentes a través de inversiones que ascienden a 14 millones de euros, lo que redundará en mayor capacidad de resiliencia. La digitalización permitirá, asimismo, la modernización de todos los sistemas: desde la aducción, el tratamiento y la gestión inteligente de la red, a la tele lectura y la robotización de las instalaciones. Actualmente se trabaja, además, en alcanzar acuerdos de colaboración con el sector agrícola para, en caso de necesidad, poder disponer de aportaciones externas al sistema que garanticen el abastecimiento urbano a cambio de compensaciones, cuestión para la que ya se ha pedido apoyo tanto a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir como en el día de hoy al Ministerio. 

Ante este escenario, en la Junta Extraordinaria de Emasesa se ha acordado la inminente activación del Estado de Alerta por Sequía. Se formalizará a través de bando municipal a partir del próximo 3 de octubre, cuando, a tenor de las predicciones meteorológicas, se prevé que las reservas de agua en los embalses estén por debajo del umbral de los 268 hm3. La fase de alerta implica la publicación de bandos municipales en los respectivos ayuntamientos en los que se insta a todos los ciudadanos, organismos, empresas y demás colectivos sociales a un uso racional, responsable y solidario.

Esta fase supone, asimismo, la activación de la ordenanza municipal reguladora de las medidas excepcionales aplicables al abastecimiento domiciliario de agua potable como consecuencia de la sequía, que recoge la supresión de los consumos de uso ornamental, recreativo y cualquier otro que no sea esencial, además de definir las posibles sanciones en caso de incumplimiento. Las prohibiciones entrarán en vigor cuando se publiquen los bandos en la primera semana de octubre. “Pasamos, por tanto, de las recomendaciones al momento de las prohibiciones de consumos innecesarios y que pueden repercutir en las reservas de agua necesarios para el abastecimiento. Empezaremos todos los ayuntamientos a penalizar usos inadecuados del agua potable no acordes con nuestra situación actual de las reservas”, ha remarcado el presidente de Emasesa.

Con esta medida se persigue alargar las existencias de agua y evitar los tradicionales cortes en el suministro que se han tenido que aplicar en anteriores sequías, de manera que no afecte al consumo humano y se garantice la actividad de las empresas. Ello, sumado a la campaña de concienciación de ahorro de agua y al esfuerzo inversor por parte de Emasesa en la transformación digital de la gestión del agua, pretende conseguir más eficiencia y alcanzar el objetivo de reducir el consumo de agua a 90 litros por persona y día. Desde la declaración de prealerta, el consumo se ha reducido un 3 por ciento, y la alerta implica un 5 por ciento acumulado (en el Estado de Prealerta se marca el objetivo de un 2 por ciento y en Estado de Alerta, un 5 por ciento).

Qué se prohíbe

Prohibición del uso de agua potable (no se incluye el agua de pozo) en los siguientes supuestos: 

  • Riego de jardines, praderas, árboles, zonas verdes y deportivas, de carácter público y privado
  • Riego o baldeo de viales, calles, sendas y aceras, de carácter público y privado
  • Llenado de piscinas, estanques y fuentes, privadas o públicas, que no tengan en funcionamiento un sistema de recuperación o circuito cerrado.
  • Fuentes para consumo humano que no dispongan de elementos automáticos de cierre
  • Lavado con manguera de toda clase de vehículos, salvo si la limpieza la efectúa empresa dedicada a esta actividad
  • Instalaciones de refrigeración y acondicionamiento que no tengan sistema de recuperación o circuito cerrado.

Las actuales reservas equivalen a un año y medio de suministro incluso en el peor de los escenarios, sin embargo, los meses de otoño y primavera suelen registrar precipitaciones que podrían mejorar las perspectivas y alargar las reservas.

Campaña Objetivo 90

La campaña para la concienciación para el ahorro de agua de EMASESA se puso en marcha el pasado mes de marzo con el objetivo de reducir el consumo de los 116 litros por habitante y día a 90. Desde entonces, ha logrado reducir el consumo de 116 a los 112,5 litros actuales, además de aunar los esfuerzos de las distintas entidades sociales a través de un Acuerdo de Colaboración en el que están representados ayuntamientos, empresas públicas, comercios, hoteles y hostelería, pequeños y grandes consumidores, ciudadanía, etcétera.