Las pruebas masivas para detectar el COVID-19 entre la plantilla resultan hasta ahora negativas en el Real Alcázar, que mantendrá su apertura este puente como parte fundamental de la oferta patrimonial y cultural de la ciudad

No se han registrado más positivos entre los trabajadores de Jardines, Oficinas, Mantenimiento, Dirección y Actividades, a falta de que el martes se practiquen pruebas a los porteros. Las pruebas y el rastreo se han hecho sin esperar a la Junta para mayor tranquilidad de la plantilla y los visitantes, “demostrando el compromiso del monumento con la seguridad sanitaria”, dice el delegado Antonio Muñoz.

El Real Alcázar de Sevilla realizó en el día de ayer pruebas de detección del COVID-19 entre la mayoría de su plantilla –tan sólo quedan los empleados del servicio de Portería, a quienes se les practicarán las pruebas el próximo martes– sin que se hayan registrado positivos más allá de los tres casos confirmados a lo largo de esta semana entre el personal asignado a los jardines del monumento. Estas pruebas se han efectuado sin aguardar a la decisión al respecto del Servicio Andaluz de Salud como medida adicional al protocolo anti COVID-19 del que se dotó el monumento, al objeto de trasladar tranquilidad cuanto antes a la plantilla y a los visitantes.

En concreto, las y los trabajadores de Jardinería –a excepción de los tres positivos confirmados esta semana–, Mantenimiento, Oficinas, Dirección y Actividades han dado negativo en las pruebas, que se han acometido con la mayor celeridad posible. De todo este proceso han sido informados con antelación los representantes sindicales de la plantilla del Real Alcázar.

El recinto palaciego está aplicando su propio protocolo sanitario frente a la COVID-19 desde marzo pasado, reforzado tras la reapertura al público a mediados de junio pasado, e implementando nuevas medidas de prevención tras haberse confirmado tres positivos entre los jardineros, y todo ello con conocimiento de los sindicatos y conforme al Plan de Contingencia y el Plan de Limpieza con los que se dotó y divulgado entre las y los trabajadores.

Además de la activación del protocolo de desinfección virucida, la confirmación de los positivos por COVID-19 llevó también aparejada la decisión de practicar pruebas rápidas a toda la plantilla y, también sin esperar a la Consejería de Salud y Familia, la de ordenar al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales la realización de una labor preventiva de rastreo para así localizar a los contactos directos de las tres personas contagiadas. “Fueron decisiones rápidas que demuestran el compromiso de la dirección del Real Alcázar con la seguridad sanitaria en general y con la de la plantilla en particular”, según ha dicho el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz.

Tras todas estas precauciones, no hay la necesidad ni de cerrar el recinto palaciego ni de confinar departamentos internos enteros. Se han extremado, asimismo, todas las precauciones y la labor de concienciación sobre las recomendaciones sanitarias. “El monumento seguirá abriendo durante este puente de Todos los Santos y en lo sucesivo como parte fundamental de la oferta patrimonial y cultural de la ciudad y asumiendo íntegramente el esfuerzo económico que supone mantener la apertura sin apenas turistas debido a las restricciones a la movilidad. Estará abierto a los sevillanos y sevillanas que quieran disfrutarlo con las medidas y los protocolos de seguridad que permitieron su reapertura el pasado 15 de junio, con un itinerario limitado, aforado y seguro”, ha argumentado Antonio Muñoz.

Estos protocolos sanitarios han permitido, asimismo, que el Real Alcázar haya continuado con su agenda cultural, con las visitas teatralizadas, las rutas de cine, o los espectáculos de la Bienal de Flamenco. A día de hoy no existe constancia de contagio de visitantes en el interior del monumento.