El proyecto Luces de Barrio-Arboleda Digital de iluminación singular integrado en Alumbra desembarca en su tercera edición en cinco colegios sevillanos con una propuesta vinculada a la naturaleza y con Murillo como protagonista
Este programa, incluido en la programación de Alumbra, lleva su iluminación singular al CEIP San José Obrero en la Macarena; al Huerta de Santa Marina en el Distrito Casco Antiguo; al Andalucía en la Barriada Murillo; al Vélez de Guevara en Torreblanca, y al IES Salvador Távora en Rochelambert.
LUCES DE BARRIO 2017
Los Jardines de Murillo han acogido hoy la presentación de Luces de Barrio-Arboleda Digital, una iniciativa del Área de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo y del Área de Educación, Participación Ciudadana y Edificios Municipales del Ayuntamiento de Sevilla, comisariada por Nomad Garden y en la que colabora la Universidad Pablo de Olavide (UPO). Esta propuesta de iluminación singular celebra este año su tercera edición reinterpretando la tradición de la Navidad para “poner luz” a lugares excepcionales de la ciudad. En esta edición el proyecto está estrechamente vinculado a la concienciación y la implicación de los más pequeños con el medio ambiente y la sostenibilidad en entornos cercanos para ellos como son sus propios centros educativos, estableciendo contacto con la naturaleza y la importancia de su cuidado en el día a día.
Si el año pasado fueron huertos urbanos y el anterior diferentes espacios singulares de la ciudad en la que participaban los vecinos, este año Nomad Garden ha vuelto a reunir a colectivos de artistas locales para iluminar cinco lugares excepcionales de Sevilla, cinco centros educativos que repiensan los entornos escolares como espacios innovadores de aprendizaje, integración y bienestar: el CEIP San José Obrero en la Macarena, Huerta de Santa Marina en el Distrito Centro, Andalucía en la Barriada Murillo, Vélez de Guevara en Torreblanca; y el IES Salvador Távora en Rochelambert. Estos proyectos pueden consultarse en www.lucesdebarrio.com.
A la presentación del proyecto han asistido Manuel Reina, director general de Educación y de Edificios Municipales; Isabel Ojeda, directora general de Cultura; Elodia Hernández, vicerrectora de Cultura y Compromiso Social de la Universidad Pablo de Olavide; y miembros del colectivo Nomad Garden. A ellos se han sumado 30 escolares de los cinco centros educativos participantes y directivos, docentes y los equipos creativos y artistas de cada intervención en dichos centros que han colgado de árboles de los Jardines de Murillo sus deseos para lograr una ciudad más verde y concienciada con el medio ambiente. “Este proyecto se inició hace tres años y pretendíamos no solo iluminar las calles sino también las iniciativas ciudadanas que cuidan a la ciudad. Este año lo hemos querido vincular a Murillo para poner en valor los ‘Murillos del siglo XXI’ aportando ese grano de innovación a la ciudad porque el pintor se centró mucho retratar a la sociedad de su época y se centró en los niños y en el tema del paisaje, y hemos metido todo eso en la coctelera para poner luz a esas iniciativas ciudadanas y comunidades educativas que estaban trabajando ya en ello”, ha señalado Ojeda.
Así, con la figura y la obra de Murillo en el centro, Luces de barrio celebra su tercera edición en 2017 proponiendo profundizar en la realidad de cinco instituciones educativas que están repensando los entornos escolares como espacios innovadores de aprendizaje, integración y bienestar. Como en ediciones anteriores, se trata de un proyecto interdisciplinar en el que participan alrededor de 30 personas procedentes de distintos ámbitos como la biología, el paisajismo, la arquitectura, la educación, la comunicación, la producción, la música, el audiovisual y la fotografía.
A través del programa Arboleda Digital, con la colaboración del Área de Educación, Participación y Edificios Municipales, Nomad Garden ha trabajado desde el pasado mes de octubre con los más de 230 escolares de los cinco colegios participantes haciendo una aproximación a la naturaleza a través de exploraciones y cartografías de especies vegetales. “Para el Área de Educación, Participación Ciudadana y Edificios Municipales ha sido una gran satisfacción participar en este proyecto para que los niños de estos colegios puedan acercarse del conocimiento de la naturaleza, a través de un proceso de cartografía de las especies vegetales aprovechando las herramientas de la tecnología de la información”, ha señalado Reina, quien ha hecho hincapié en que “de esa forma contribuimos a sacar la educación de los entornos cerrados para que se integre dentro de la sociedad en general y, en este caso, desde el punto de vista de la naturaleza en particular”.
Posteriormente, en cada centro, un grupo de artistas y paisajistas ha diseñado junto a los estudiantes y las comunidades cercanas un nuevo paisaje natural específico con el objetivo de mejorar la salud, el clima, la alimentación, la biodiversidad y la educación en los propios colegios a través de dispositivos basados en la naturaleza. Se trata de los estudios de arquitectura Studio Wet (CEIP San José Obrero) y 2dr arquitectos (CEIP Huerta Santa Marina), el proyecto de arquitectura para la infancia Cuartocreciente (CEIP Vélez de Guevara), el equipo TNT formado por Tamara Velasco de Azul Jardines y la arquitecta Teresa Cruz (CEIP Andalucía) y el de la paisajista Pepa Gervasini de Ceninpa y el arquitecto Pablo Pardal (IES Salvador Távora).
Además, durante las tres semanas de Navidad, entre el 20 de diciembre y el 7 de enero, la ciudadanía podrá conocer estas actividades y propuestas creativas a través de un espacio-taller instalado en la casa del pintor, situada en el barrio de Santa Cruz. Después de las navidades, las propuestas se instalarán en los centros escolares, con el objetivo de que enraícen y crezcan, consolidando así paisajes que mejoren el clima, la nutrición, la biodiversidad, la salud o la memoria de estos entornos. Las intervenciones podrán ser visitadas durante la semana del equinoccio de primavera del 2018 en una serie de jornadas de puertas abiertas.
RESUMEN DE INTERVENCIONES EN LOS COLEGIOS
‘Emparrados’, fresca sombra en la azotea. CEIP Huerta Santa Marina
El equipo de creadores formado por Gonzalo Díaz-Recasens y Carlos Díaz-Recasens de 2DR arquitectos ha diseñado una intervención mediante la disposición y guía de enredaderas y plantas trepadoras por la fachada y azotea del CEIP Huerta de Santa Marina que construyen junto a los escolares de este centro a través de distintos talleres para luchar contra las altas temperaturas en época estival.
Es una solución tradicional y económica que confía en la capacidad de auto-regulación térmica de los vegetales para mejorar el bienestar en los colegios. A su vez, esta estrategia permite conquistar nuevos espacios en las azoteas que podrán ser utilizados en el futuro como hedonistas aulas, abiertas a horizontes más extensos de los que ofrece el denso tejido urbano del casco histórico de la ciudad.
‘Agujeros’ para liberar la tierra y recuperar la memoria. CEIP Vélez de Guevara
‘Agujeros’ es una instalación realizada por Cuartocreciente con la colaboración de Recetas Urbanas y la comunidad del colegio Vélez de Guevara cuya finalidad es romper la tendencia a sellar la superficie de los centros educativos facilitando el contacto con materiales blandos, vivos, performativos. Con este objetivo la intervención articula un protocolo legal y didáctico para agujerear la membrana inerte e impermeable que nos separa del suelo fértil a través de varias jornadas de puertas abiertas, lúdicas y creativas. Una solución que, a su vez, sirve para replantar plantas en las tierras liberadas, recuperando la memoria de los árboles que recientemente fueron talados en contra de la voluntad de la comunidad del centro.
‘Meteorito polinizador’, un hotel para insectos en el huerto recuperado. CEIP Andalucía
El equipo creativo TNT, que componen Tamara Velasco de Azul Jardines y la arquitecta Teresa Cruz cuentan con la total implicación de los escolares del CEIP Andalucía para recuperar el huerto inactivo del colegio, aumentando su diversidad con flores de diferentes estaciones e instalando un meteorito polinizador u hotel para insectos. Este último se trata de un artefacto con forma de icosaedro poroso que gracias a su relleno con maderas de distintos tipos atrae a determinados insectos polinizadores como abejas, mariquitas o mariposas, que contribuirán a la buena salud del huerto. Esta es una estrategia ecológica que reflexiona sobre la dramática aceleración de la extinción de polinizadores y pretende visualizar los vínculos que entrelazan a nuestras especies en una suerte de destino común.
‘Atmósferas’, desde la NASA a las aulas. CEIP San José Obrero
Seducidos por la investigación ‘NASA clean Air Study’ de 1989 que evidenció cómo algunas plantas de interior pueden realizar una limpieza natural del aire en espacios cerrados, los arquitectos Daniel Montes y José Mora de Studio Wet exploran las potencialidades de las aulas de los colegios para transformarse en jardines exóticamente saludables. A través de varios talleres con los niños y niñas de San José Obrero en los que han aprendido a generar gel para jardinería en lugar de tierra, estos creadores construyen la instalación ‘Atmósferas’, compuesta por unas plataformas plantadas con la especie Hedera Hélix (hiedra) que cuelgan del techo de las aulas con el objetivo de mejorar la calidad del aire. La propuesta plantea diferentes modos de cultivar plantas analizadas por la NASA para mejorar las atmósferas en las clases sin interferir en las funciones didácticas.
‘Huertos’ para cada estación del año. IES Salvador Távora
‘Huertos’ es una propuesta de Pepa Gervasini (CENINPA) y el arquitecto Pablo Pardal realizada a través de varias sesiones de trabajo junto a los estudiantes de Formación Profesional Básica del Instituto Salvador Távora. Se trata de un laboratorio de experimentación nutricional que se materializa en la construcción de un huerto formado por cajas de madera sobre ruedas, a modo de huertos móviles, que variarán de ubicación según la estación del año.
Paradójicamente este centro es un ejemplo claro de la transformación histórica de la ciudad de Sevilla, donde poco a poco han ido desapareciendo los espacios porosos de cultivo, hasta transformarse todo en una superficie continua e impermeable de cemento y betún. En este sentido, poco se parece Sevilla a la que conoció Murillo, donde aún existían multitud de espacios intramuros destinados a jardines y huertos, como el del convento de San Pablo donde fue bautizado el pintor. Desde esta perspectiva, el instituto Salvador Távora es un espacio perfecto para explorar otros modos de hacer prosperar la naturaleza en lugares donde no se espera.
PROYECTOS EN TORNO A LUCES DE BARRIO-ARBOLEDA DIGITAL
Además, se han generado proyectos en torno a Luces de Barrio-Arboleda Digital, como el de Surnames Narradores Transmedia, que desarrolla una relatoría colaborativa sobre el proceso de creación, construcción e instalación de esta iluminación singular que se puede seguir a través de la web del proyecto www.lucesdebarrio.com. A ello se suma ‘Recreos sonoros’, una obra experimental realizada por Miguel Marín (Árbol) a partir de los sonidos registrados en los colegios durante el proceso de construcción de los nuevos paisajes y de la interacción con sus participantes, para reorganizarlos posteriormente en nuevas estructuras que permitan aflorar una percepción ampliada y sensible de lo que ocurre cotidianamente en estos lugares. También se encuentra entre estos proyectos “Fuera de cuadro”, una introducción a la pieza documental que realizará Surnames + Javier Vila y que se estrenará oficialmente el 21 de Marzo del 2018. Se trata de una pieza que narra el proceso de construcción colectiva de las diferentes piezas que forman parte de este desafío, pero sin poner énfasis en la meta, sin focalizar en el punto de fuga, sino regocijándose en el desplazamiento de la mirada a izquierda y derecha, hacia los pequeños acontecimientos no narrados previamente en ningún guion, como los gestos, las palabras, señales o miradas inesperadas. Por último, la intervención titulada ‘Retinas táctiles’, un encargo al fotógrafo Óscar Romero con el objeto de establecer un diálogo entre la experiencia de construcción de paisajes con los escolares y las imágenes más populares de Murillo y el barroco.