23 de Septiembre 2014

CAMPAÑA 23 DE SEPTIEMBRE DE 2014, DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA PROSTITUCIÓN, LA TRATA Y EL TRÁFICO DE PERSONAS CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL.

 

 

 

Como todos los años, el Área de Familia, Asuntos Sociales y Zonas de Especial Actuación del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, a través del Servicio de la Mujer, realiza y difunde, en colaboración con servicios municipales y con otros centros y empresas privadas, una Campaña de Sensibilización ciudadana, con motivo del 23 de Septiembre, Día Internacional contra la Prostitución, la Trata y el Tráfico de personas con fines de Explotación Sexual.

La Campaña de Sensibilización que se presenta este año, pretende sensibilizar sobre esta forma de violencia hacia las mujeres centrándose sobre los mitos y falsas creencias que existen en torno a la prostitución.
Para muchas personas es más fácil creer que las mujeres que se encuentran en prostitución están porque les gusta, porque disfrutan o porque es más fácil que buscar otras opciones, pero la realidad es otra, su día a día es bien distinto.

En la prostitución existe una heterogeneidad de situaciones que revelan amplias y variadas experiencias y vivencias en las mujeres. Sin embargo, todas ellas tienen en común una serie de circunstancias en las que destacan la precariedad y la vulnerabilidad extrema. La búsqueda de una salida a la situación de pobreza y la carencia de recursos, el deseo de superar una grave necesidad económica, el sueño de encontrar una vida mejor, se ve, de repente, truncado. Las mujeres despiertan en una realidad dramática donde las expectativas son rápidamente frustradas y donde se esconden las vejaciones, las humillaciones, la violencia y una realidad con secuelas a todos los niveles.

Las mujeres, fragmentadas en partes del cuerpo (culos, pechos, muslos, bocas), son víctimas de la más grave y terrible violencia de género. Violencia que no es entendida como tal para la población en general y, sobre todo, para aquellos hombres que eligen acudir al mercado de la prostitución. Es fundamental visibilizar a estos hombres, a los que la sociedad descarga de cualquier descalificación, aceptando y justificando su comportamiento desde la naturaleza, desde el instinto, desde unas “necesidades sexuales”.

Es necesario decirles que:
- Cuando pagan por unos minutos de placer con una mujer para liberar tensiones o echarse unas risas con los amigos, están ejerciendo violencia contra ella.
- Cuando pagan para mantener relaciones con una mujer, están atentando contra su dignidad, están vulnerando los derechos fundamentales, están cosificándola y deshumanizándola.
- Cuando prostituyen a una mujer están normalizando las relaciones violentas,
participando en la desigualdad y en la violencia de género.
- Para este grupo de hombres la sexualidad femenina debe quedar bajo el control masculino y las mujeres deben estar al servicio de los hombres. Y de hecho, por esto acuden a una mujer en prostitución, como un ejercicio de poder y dominación sobre la mujer a la que no tienen ninguna consideración porque le pagan.

Así, la prostitución se presenta como un derecho de los hombres y no como violencia de género. Ni la sociedad ni los hombres que pagan por un servicio sexual quieren escuchar detalles sobre la tortura y la violencia que sufren las mujeres o lo que la ha llevado a acabar en la prostitución. Pero, independientemente de si las mujeres han sido o no víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual, la desigualdad, la violencia y la explotación de las mujeres están siempre presentes en la prostitución.
Los hombres que hacen uso de ella deben asumir su responsabilidad en la existencia y en el mantenimiento de la misma y la sociedad en general debe tomar conciencia e implicarse en la lucha contra esta problemática.

La prostitución no es un problema que afecta solo a las mujeres que se encuentran en este contexto, es un problema que incumbe a toda la sociedad.
Porque, ¿Realmente pagar por un servicio sexual puede llegar a tener un final feliz?

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