23 de Septiembre 2015

CAMPAÑA 23 DE SEPTIEMBRE DE 2015, DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA PROSTITUCIÓN, LA TRATA Y EL TRÁFICO DE PERSONAS CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL.

 

 

El Área de Igualdad, Juventud y Relaciones con la Comunidad Universitaria del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, a través del Servicio de la Mujer, elabora y difunde, en colaboración con diversos servicios, organismos y empresas municipales y otros organismos y empresas de carácter externo, principalmente la Universidad de Sevilla y la Universidad Pablo de Olavide, una Campaña de sensibilización ciudadana, con motivo del 23 de Septiembre, Día Internacional contra la Prostitución, la Trata y el Tráfico de personas con fines de Explotación Sexual.

La Campaña que se presenta este año continúa centrándose en la figura del prostituidor, mal llamado “cliente” y su responsabilidad en la existencia y el mantenimiento de esta manifestación de la violencia de género que sufren las mujeres por el hecho de serlo. Con esta Campaña, pretendemos una vez más, desmitificar la prostitución y sensibilizar sobre esta realidad. Pero por primera vez, hemos querido mostrar el rostro, con un primer plano, de las principales víctimas de esta forma de violencia de género: las mujeres y además, hemos querido dotarlas de más fuerza con un mensaje dirigido en primera persona: “SI TÚ COMPRAS, YO PAGO CON MI VIDA”. 

 

Cuando un hombre hace uso de la prostitución, se produce la cosificación y deshumanización de las mujeres, está comprando para tener acceso al cuerpo o a partes del cuerpo: boca, ano, vagina,…de las mujeres, con su conducta está posibilitando que las mujeres (su cuerpo) sean entendidas como un objeto de consumo, como un artículo, como una mercancía, como un producto más (por eso el símbolo de la etiqueta en la gráfica),…, cuando en realidad lo que está promoviendo, fomentando, favoreciendo,… es que las mujeres estén y se mantengan en situación de prostitución, de explotación sexual, está actuando como prostituidor y no como “cliente”. Cuando usan el cuerpo de las mujeres están convirtiendo en mercantil algo que por su propia naturaleza no lo es. Aunque racionalmente podamos creer (la población general), puedan creer (los hombres que usan prostitución), que el cuerpo de las mujeres puede distinguirse, separarse del propio ser, de la propia persona, el cuerpo es algo inmanente a nosotros y nosotras mismas, es algo que va unido de un modo inseparable a nuestra esencia como seres humanos, de ahí el daño, los daños que sufren las mujeres en situación de prostitución, de ahí que “PAGUEN CON SU VIDA”, porque la desigualdad, la violencia y la explotación de las mujeres están siempre presentes en la prostitución, independientemente de si las mujeres han sido o no víctimas de trata con fines de explotación sexual, porque ésta no existe sin la prostitución.

 

Sin embargo, el hombre que prostituye a mujeres está exento de cualquier descalificación. Su conducta se sigue tolerando, aceptando y justificando desde el discurso de la naturaleza, desde el instinto, desde unas “necesidades sexuales incontrolables”, cuando, en realidad, esta conducta es planificada, premeditada y sujeta a disponibilidad de dinero y tiempo, compatible con sus responsabilidades familiares y laborales y es, como dice Naciones Unidas, la que impulsa el mercado prostitucional, el crecimiento de la explotación sexual de las mujeres. 

 

Desde el Ayuntamiento de Sevilla sí queremos visibilizar, dirigirnos a los hombres que compran unos minutos de placer para mostrarles lo que hay detrás de su conducta: abusos, chantajes, amenazas, violencias, daños,… y también, queremos dirigirnos a la sociedad en general, porque ni la sociedad ni los hombres que pagan por un servicio sexual quieren escuchar detalles sobre la tortura y la violencia que sufren las mujeres o lo que las ha llevado a acabar en la prostitución. Para muchas personas es más fácil creer que las mujeres que se encuentran en prostitución están porque les gusta, porque disfrutan o porque es más fácil que buscar otras opciones, pero la realidad es otra, su día a día es bien distinto, son víctimas de vejaciones, humillaciones, torturas, amenazas, agresiones,… muchas están en situación administrativa irregular, alejadas de sus familias, de su lengua, de su comunidad, …  por ello es necesario que tomemos conciencia y nos impliquemos, que todos y todas adoptemos un papel activo para erradicar esta forma de violencia. 

 

Por todo esto, las mujeres no deben ser tratadas como mercancías, que se compran, que se venden o que se alquilan durante 20 minutos, porque “SI TÚ COMPRAS, YO PAGO CON MI VIDA”. 

   

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