Renovación de la infraestructura de EMASESA

En el proyecto Respira Nervión también está previsto un nuevo colector de la cuenca sur para una canalización adecuada de las aguas pluviales y la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento.

Esta intervención es un proyecto de futuro que aborda uno de los grandes problemas a nivel universal y local como es el cambio climático (sequías, lluvias torrenciales, etc.), dando solución a las incidencias que provoca en el entorno urbano y que son ocasionadas por las lluvias torrenciales, que originan inundaciones por el mal estado de las redes de recogida de pluviales que debido a su antigüedad se encuentran obsoletas.

El nuevo colector, que discurre bajo la avenida Luis de Morales hasta llegar a la avenida Eduardo Dato, tendrá la capacidad de gestionar las escorrentías urbanas en el 80% de los días de lluvia de un año hidrológico medio de Sevilla.

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INFRAESTRUCTURA PARA EVITAR INUNDACIONES ASOCIADAS A LAS OBRAS DE RENOVACIÓN DE LAS REDES DE EMASESA Y CONSTRUCCIÓN DEL CORREDOR VERDE EN SAN FRACISCO JAVIER Y LUIS DE MORALES

El colector de Emasesa que discurrirá a lo largo de Luis de Morales y San Francisco Javier se enmarca en el Plan Director de la Cuenca Sur para la conducción de las aguas pluviales a través de Diego Martínez Barrio y Almirante Topete y enfilando las sucesivas calles en dirección hasta llegar a la estación de bombeo del Tamarguillo, ahora en proyecto de ampliación por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, cuyas obras se iniciarán en breve, para desembocar al río Guadaíra, incrementando el caudal vivo del mismo. En estos momentos, estas aguas más las residuales discurren por los colectores de Luis de Morales y Eduardo Dato confluyendo en un único colector de la Avenida de la Buhaira procedente de Kansas City, que está ya sobrecargado, y desde allí se conducen por Ramón Carande y Cardenal Ilundain hacia el colector de la Avenida de las Razas en dirección a la estación depuradora del Copero.

La construcción de ese gran colector entre Luis de Morales y la estación de bombeo del Tamarguillo es una gran infraestructura que ha de acometerse en varias fases. La primera de ellas aborda precisamente la calle Luis de Morales y la avenida de San Francisco Javier, aprovechando a su vez la primera fase de ampliación del tranvía hasta Santa Justa construyendo un nuevo colector que interceptará las aguas pluviales procedentes de las barriadas desde Gran Plaza hacia Luis de Morales, conduciéndolas a esta última, y desde Marqués de Nervión y el entorno de Piscinas Sevilla conduciéndolas hacia San Francisco Javier, reduciendo sensiblemente el riesgo de inundaciones en toda esta amplia zona al desembocar las aguas pluviales en esa primera fase del gran colector.

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Cuando en el futuro, dentro del Plan Director de la Cuenca Sur, se completen todas las fases del colector hacia la estación de bombeo del Tamarguillo, se incrementará la capacidad de evacuación de las aguas pluviales en toda su área de influencia y, en consecuencia, se reducirá el riesgo de inundaciones en la zona comprendida entre la Avenida de Ciudad Jardín y las calles Diego Martínez Barrio y Almirante Topete, así como en toda la zona Oeste del Polígono Sur.

En el futuro, cuando todo el nuevo colector hasta la estación de bombeo del Tamarguillo, el hecho de desembocar las aguas pluviales directamente al río Guadaíra permitirá a su vez un sustancial ahorro energético en depuración de aguas, al tiempo que incrementará el cauce vivo de este río.

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El plano precisa los recorridos de futuro colector en azul y del actual en rojo. En azul más claro se marcan las barriadas que verán reducido el riesgo de inundación.

¿Cómo se reduce el riesgo de inundaciones con esa primera fase de Luis de Morales-San Francisco Javier?

El riesgo de inundaciones se reduce dada la capacidad de almacenamiento y de laminación del agua que habrá entre Luis de Morales y la confluencia del colector de la Buhaira a la altura de la Avenida Ramón y Cajal. Una mayor capacidad que vendrá marcada por las dimensiones del colector: una gran tubería de 2,5 metros del ancho por 2 metros de alto en San Francisco Javier y de 1,5 metros de diámetro en Luis de Morales (el agua va desde esta calle hacia San Francisco Javier, de ahí que en esta avenida tiene que tener mayor capacidad), salvo en un pequeño tramo a la altura de la avenida de Eduardo Dato en la confluencia con el trayecto del Metro que tendrá 6 metros de largo por 1 de ancho. Salvando las distancias, esta gran infraestructura de tubería funcionaría a modo de depósito de retención de aguas (tanque de tormenta), no siéndolo, que iría almacenando y laminando el agua para reducir el riesgo de inundaciones conforme al caudal de diseño (la capacidad de almacenamiento total del colector).

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La tubería de 2,5 metros de ancho por 2 metros de largo es similar a la instalada recientemente para el colector de la Ronda de Tejares.

EL COLECTOR EN DATOS

La capacidad de almacenaje del colector es de 4.600 metros cúbicos de agua, cantidad equivalente aproximadamente de 1,8 piscinas olímpicas.

  • 605,07 metros de colector de 2,5 por 2 metros: 3.025 m3
  • 79,3 metros de colector de 6 metros por 1: 480 m3
  • 64,2 metros de colector de 2 metros de diámetro: 200 m3
  • 503,6 metros de colector de 1,5 metros de diámetro: 890 m3
  • 67 imbornales
  • 46 pozos de infiltración


COMPOSICIÓN DEL PAVIMENTO PERMEABLE PARA EL CARRIL BICI

  • Mezcla asfáltica PA11. Espesor 7cm
  • Hormigón poroso 3-6. Espesor 6 cm
  • Hormigón poroso 6-12. Espesor 9 cm
  • Geotextil
  • Grava de machaqueo 12-20 mm. Espesor 30 cm
  • Geotextil

SISTEMA DE DRENAJE SOSTENIBLE

A lo largo de toda la calle Luis de Morales y avenida de San Francisco Javier se instalan hasta 46 pozos de infiltración y de hasta 5 metros de profundidad -depende de la capa permeable de cada zona- y 0,8 metros de diámetro que captan a través de tubos dispuestos bajo el terreno las aguas de lluvias y la pasan al terreno. Este es el primer elemento del sistema de drenaje sostenible.

Las aguas pluviales de los pozos de infiltración al terreno no va a la red de saneamiento, sino que se infiltra en el terreno, salvo que lógicamente se saturen en momentos de fuertes lluvias, favoreciendo además el riego progresivo de la arboleda y la jardinería. Estarán dotados de un sistema de aliviadero, de forma que el agua que ya no pueda absorber el terreno va a la red de saneamiento, aunque ya más espaciada en el tiempo. Si tuviéramos que hacer de nuevo una comparación, actuarían, salvando las diferencias, como depósitos de detención (tanques de tormenta) a muy pequeña escala introducidos en el subsuelo.

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El segundo elemento del sistema de drenaje sostenible serían las áreas verdes de biorretención. Son las áreas de plantaciones tanto de árboles como de arbustos y jardinería cuya base está rellena de terreno permeable y, en algunos casos, con pozos de infiltración cercanos. Estas áreas verdes a su vez tendrán un sistema de seguridad de evacuación del agua sobrante hacia los imbornales para que, en caso de fuertes lluvias, no inunde las calzadas, conduciendo el agua sobrante hacia la red de saneamiento.

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El agua filtrada al suelo procede de las áreas verdes y del carril bici a través del pavimento drenante de este, al estrato de grava que se dispone inmediatamente bajo esta superficie y, una vez allí, por tubería hasta el pozo de infiltración. Las aguas de las zonas peatonales discurren por la superficie hasta las zonas de biorretención o al carril bici. Es más, buena parte del propio carril bici, por las pendientes de los terrenos, constituirá una fuente de recepción de aguas para ser infiltradas al terreno. En concreto, el carril bici, que supera el kilómetro de largo, lleva en su superficie un tratamiento de mezcla bituminosa permeable, debajo una capa de hormigón poroso y debajo de esta una capa de gravas, y todo su recorrido está concebido como elemento de almacenamiento de agua.

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En los tramos de carril bici donde no hay pozos de infiltración porque el terreno no lo permite, el agua que no puede ser absorbida por el sistema drenante se conducen hasta imbornales existentes por debajo de su propia superficie, permitiendo que el agua vaya progresivamente, y no de golpe, hacia la red de saneamiento, reduciendo a su vez el riesgo de inundación en la superficie.

Como elemento separador entre el carril bici y la calzada para los vehículos y haciendo las veces de un pre-tratamiento del agua de escorrentía, se dispondrá una pieza prefabricada discontinua de hormigón de 0,50 m de anchura, que permitirá la presencia de vegetación (césped) intercalada, garantizándose así una buena integración con el resto del urbanismo de la intervención.

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Este sistema de drenaje sostenible a gran escala sólo se encuentra en la ciudad en la Avenida del Greco y está en construcción en la Avenida de la Cruz Roja.