Avenida de la Paz

Nombre: Avenida de la Paz

Tipo: Paseo arbolado

Distrito: Sur

CP: 41013

Situación: entre Carretera de Su Eminencia y confluencia con avenida Alcalde Juan Fernández y calle Nuestra Señora de las Mercedes (antes Pilar Bardem)

Acceso: líneas 2, 30, 31 y 32

Longitud: 1330 m

Superficie: 52750 m²

Descripción:

Se denominó carretera de la Universidad Laboral cuando está se terminó de construir, pues conducía hacia ella sobre el trazado de la  carretera de Utrera. Posteriormente, se conoció como "prolongación de la avenida del General Merry" y se rotuló como Avenida de La Paz en 1986. A partir de esas fechas y en sucesivas fases ha sido reurbanizada y ajardinada.

Esta gran vía urbana consta de dos grandes tramos. El primero se inicia en la rotonda que, situada sobre el trazado de la carretera de Su Eminencia, permite el desvió hacia la carretera que conduce a la vecina localidad de Utrera. La rotonda, formada por dos medias lunas, se encuentra ajardinada en su contorno y accesos por una bonita colección de paraísos (Melia azedarach) y en los refugios centrales por éstos y por pica-pica (Lagunaria patersonii). Resulta ser un ejemplo del empeño seguido en los últimos años por cuidar con un ajardinamiento, sencillo pero eficaz, los accesos por carretera a la ciudad. A partir de aquí comienza la Avenida de La Paz propiamente dicha, que se inicia con un bonito grupo de arboles ya adultos y que anticipa al que va ser uno de los grandes protagonistas arbóreos de este paseo: la casuarina (Casuarina equisetifolia).

Siguiendo una fórmula bastante generalizada para la mayoría de las grandes avenidas, la Avenida de la Paz presenta un seto bajo, que aquí es de  espino de fuego (Pyracantha coccinea), que flanquea la calzada central destinada al tráfico. Actúa a modo de barrera que impide el cruce arbitrario de la misma por los peatones, que son conducidos hacia los pasos destinados a tal fin. En éste caso, a diferencia de otros (como la cercana Ronda del Tamarguillo) no tiene árboles intercalados en él, pero en cambio se ha añadido en toda su longitud una valla metálica para reforzar, aún más, el impedimento al cruce. Junto al seto discurre una alineación de casuarinas (Casuarina equisetifolia) algunas de las cuales ya existían antes de la reforma y que después serán sustituidas por grevilleas (Grevillea robusta).

El resto de la composición de esta gran avenida no presenta una  distribución simétrica con respecto al eje de la calzada  Por el lado de poniente, junto a la calzada de servicio existente, encontramos un arbolado disperso constituido sobre todo por pinos (Pinus pinea), tipuanas (Tipuana tipu) y casuarinas que se distribuye aleatoriamente por una zona peatonal que discurre paralela a aquélla. Por el otro lado, el de levante, que es de mucha mayor anchura, encontramos primeramente una alineación que incluye almeces (Celtis australis) y pinos. Después, otra alineación formada por pinos y tipuanas. Posteriormente, bajo una doble alineación de tipuanas, que dan lugar a un agradable túnel arbóreo, discurre un carril bici que forma parte de la extensa red trazada por todo el sector Sur de la ciudad.

Conforme nos acercamos a la confluencia con la avenida del Poeta Manuel Benítez Carrasco y Ronda del Tamarguillo, el panorama vegetal va cambiando a favor de una mayor diversidad. Es posible encontrar, olmos, álamos y el resto del arbolado descrito con una  disposición que, aunque supone la pérdida de una alineación uniforme, contribuye a crear una densa, rica y variada oferta arbórea.

En el segundo gran tramo de la avenida, que discurre desde la intersección antes descrita hasta encontrar la confluencia con las avenidas de Felipe II y Alcalde Juan Fernández, encontramos al brachichiton (Brachichiton populneum) como el gran protagonista. Una hilera flanquea el seto de espino de fuego a cada lado de la calzada central por el lado de poniente y otra más cobija un paseo acerado. Al otro lado de la calle de servicio predominan las tipuanas.

Por  el costado de levante, el carril bici pasa ahora a situarse junto a la hilera de brachichiton plantada tras el seto. En total nos encontramos con sucesivas hileras de estos árboles que acompañan todo el trazado de la avenida hasta el final, solamente alteradas por la presencia de algunas catalpas (Catalpa bignoniodes) cerca de la confluencia mencionada.

En esta parte el gran bulevar queda configurado por una doble línea de tipuanas sustituidas, también en el final, por sóforas (Sophora japonica). Del mismo modo, naranjos (Citrus aurantium) sustituyen a algunos brachichiton. Es posible ver también alguna palmera datilera (Phoenix dactylifera) aislada y también una alta washingtonia. Finalmente, una vieja casaurina cierra a modo de colofón la avenida en su encuentro con la rotonda  que da comienzo a la avenida de Felipe II, formada por dos medias lunas y mediana densamente poblada de tipuanas. Más allá, se vislumbran las palmeras con que da comienzo el agradable bulevar de la avenida General García de la Herranz, continuación natural de la descrita, que enlaza  con otro gran bulevar: el de la Avenida Diego Martínez Barrio con el que conecta mediante otra gran rotonda.

El ajardinamiento principalmente arbóreo de la avenida de La Paz ha sabido conciliar las nuevas plantaciones en hilera (para constituir un agradable paseo arbolado en forma de bulevar) con los viejos ejemplares que, de forma un tanto anárquica, poblaban de antaño la zona, con lo que se ha conseguido una densidad vegetal alta y muy variada.