Paseo de Colón y Alcalde Marqués de Contadero

Nombre: Paseo de Colón y Alcalde Marqués de Contadero

Tipo: Paseo arbolado

Distrito: Casco Antiguo

CP: 41001

Situación: Paseo de Colón, entre Puente de Isabel II (Triana) y Puente de San Telmo

Acceso: líneas 40, 41, 43, C4, C5 y B5

Superficie: 45935 m² (en conjunto)

Descripción:

Los jardines que constituyen el Paseo del Alcalde Marqués del Contadero se desarrollan  a lo largo de gran parte de la avenida denominada Paseo de Colón, principalmente en la acera situada junto a la margen izquierda del río. Inaugurados en Diciembre de 1979, supusieron el acondicionamiento de ésta antigua zona de muelles portuarios, así como la  reforma de las aceras ajardinadas del propio Paseo de Colón. Su nombre recuerda al que fuera alcalde de Sevilla desde Febrero de 1952 hasta Octubre de 1953: D. Jerónimo Domínguez y Pérez de Vargas, Marqués del Contadero.

La labor en las aceras consistió fundamentalmente en integrar en arriates gran parte del antiguo arbolado existente, entre el que debemos destacar grandes ejemplares de falsos pimenteros (Schinus molle) de ambos sexos, numerosos pinos (Pinus Pinea y Pinus halepensis), jacarandas  (Jacaranda mimosaefolia), y tipuanas (Tipuana tipu) y algún ejemplar aislado de Albizia procera, y Ficus Macrophylla, todo ello acompañado de grupos de adelfas (Nerium oleander). Al mismo tiempo se organizaron, en la acera donde se encuentran situados tanto la plaza de toros como el teatro de la Maestranza, pequeñas áreas dotadas con bancos y que van formando  un sencillo recorrido ajardinado que deja espacio a las terrazas de los restaurantes y bares de la zona. En los arriates, predominantemente tapizados con césped, se distribuyen árboles como plátanos (Platanus xhybrida), ciruelos del Japón (Prunus ceracifera var. Pisardii), y grupos arbustivos de alteas (Hibiscus syriacus), mientras que los setos son de troana (Ligustrum ovalifolium) y se hallan encintados por bordillos de piedra artificial, que se integran estética y compositivamente con la obra realizada al otro lado que es la de mayor entidad.

Ésta consiste en tres grandes terrazas o paseos que discurren paralelamente y que comunicados mediante escalinatas y rampas bajan escalonadamente hasta el borde del río. La primera y más alta, integra la acera del paseo de Colón mediante los arriates mencionados, constituyendo una barrera vegetal que en cierto modo proporciona aislamiento al resto de los jardines frente al tráfico de la calle. Junto a esos arriates, al mismo nivel, unas pérgolas de fundición profusamente revestidas de glicinias cobijan bancos públicos y las sillas de las terrazas de los quioscos-bares que allí se encuentran instalados y desde las cuales se contemplan magníficos atardeceres sobre el vecino barrio de Triana situado en la otra orilla. Resultan interesantes los pequeños dados formados en el arranque de los soportes de fundición de las pérgolas –a modo de basamento vegetal- mediante pitosporo recortado. La terraza siguiente contiene numerosos maceteros de granito con adelfas y pequeños taludes preparados para plantas tapizantes.

Los maceteros, los bancos, la baranda junto con las artísticas farolas de fundición y el esmerado diseño del pavimento, que en damero combina piezas de mármol de Sierra Elvira y enchinados, hacen de esta amplia terraza un lugar ideal para el paseo o el asiento en alguno de sus bancos. Bajo ella existe un conjunto de locales que han tenido diversos usos a lo largo de los años y que tienen su acceso desde el nivel inferior. Hasta aquí asoman  las numerosas palmeras existentes en la última terraza, situada ya junto al río, que se encuentran plantadas en su gran mayoría adosadas al muro que las divide, formando conseguidos grupos vegetales con yucas (Yuca elephantipes), adelfas (Nerium oleander), buganvillas (Bougainvillea spectabilis), damas de noche (Cestrum nocturnum), dombeyas (Dombeya xcayeuxii) dragos (Dracaena drago) sauzgatillos (Vitex agnus-castus) y naranjos (Citrus aurantium var. Amara).

Este antiguo muelle, que ha conservado su característico adoquinado de granito, se encuentra poblado de numerosos árboles que lo han convertido en zona de agradable paseo. Junto a él, desde diversos pantalanes, parten embarcaciones que ofrecen recorridos turísticos por el río. Pueden observarse, en la zona cercana al puente de San Telmo, tipuanas, álamos blancos (Populus alba) y una bonita alineación de palmeras (Phoenix dactylifera) ya muy cerca del puente de Triana. El conjunto de las tres terrazas, a modo de único paseo, conduce visualmente hacia la Torre del Oro, situada en uno de sus extremos y cuyos alrededores presentan una variada vegetación: buganvillas (Bougainvillea spectabilis), lantanas (Lantana camara), y un bonito grupo de washingtonias (Washingtonia filifera). Tras ella hay todavía una pequeña área poblada naranjos y lagunarias (Lagunaria patersonii) a la que se accede por una gran escalinata que bordea la torre y  que constituye una agradable zona para sentarse antes de cruzar el Puente de San Telmo y adentrase en el populoso barrio de Los Remedios.

El resto del ajardinamiento del Paseo de Colón se completa con los jardines de Rafael Montesinos, junto al Puente de Triana y, en la acera de enfrente, los Jardines de la Caridad - frente al hospital del mismo nombre y situados junto al Teatro de la Maestranza - y la glorieta presidida por el monumento al matador de toros Curro Romero, junto a la plaza de toros.

El paseo de Colón es uno de los que más monumentos contiene a lo largo de su trazado, pues al ya citado de Curro Romero deben añadirse los dedicados al cantaor Antonio Mairena, en el Jardín de Rafael Montesinos, el dedicado a Mozart frente al teatro, el de Carmen la cigarrera frente a la plaza de toros y el que hiciera Eduardo Chillida a la Tolerancia situado en el paseo bajo junto al río.